La politóloga salteña Luciana Modica presentó el estudio "Mujeres y función pública: el caso de la provincia de Salta", en el que analiza la integración del gabinete de Gustavo Sáenz. Queda en evidencia la baja representación de las mujeres en los espacios de decisión, como ministerios, secretarías y subsecretarías de la provincia. Además, destaca la ausencia de un área institucional referida al género.
Modica contó que para su análisis primero tuvo que construir las bases del "mapa del estado" de Salta, dado que nunca se presentó uno de forma unificada. "No hay un organigrama oficial y por eso tuve que hacerlo a partir de la nómina oficial, de los decretos de designación y de información personal que pude recolectar", dijo la politóloga a Salta/12. Esta primera ausencia ya exhibió "una falta de calidad institucional" porque el gobierno provincial no supo "publicar quiénes son sus funcionarios de forma clara".
Su trabajo se centró en tres categorías: ministerios, secretarías y subsecretarías. Pero sumó al rango de ministerios a la Secretaría General de la Gobernación, la Coordinación Administrativa y a la Coordinación de Enlace y Relaciones Políticas, dado que consideró que son áreas que "dependen de la Gobernación y tienen un tamaño incluso mayor que algunos ministerios".
De las doce dependencias analizadas (nueve ministerios, una secretaría y dos coordinaciones) sólo hay una mujer a cargo, la ministra de Desarrollo Social, Verónica Figueroa. Eso equivale a una representación femenina del 8,3%. "Salta es ampliamente administrada por varones en los altos mandos provinciales", subrayó la politóloga.
En referencia a las 41 secretarías que conforman la Administración Pública Provincial, 16 son dirigidas por mujeres. Esta categoría es la que tiene más representación femenina, con un porcentaje del 39,02%.
Para el caso de las subsecretarías, sólo 20 de las 56 que existen están en manos de mujeres, reduciendo así el porcentaje de representación al 35,71%. La politóloga resaltó que este número "contraría la idea de que las mujeres suelen tener más oportunidades de representación en los cargos de menor jerarquía".
Además, señaló que se presentan excepciones. Tanto la Coordinación Administrativa y el Ministerio de Seguridad están 100% compuestos por varones, desde sus ministros hasta sus secretarías y subsecretarías. La Coordinación de Enlace sólo tiene una mujer en toda su estructura. Y en contraposición, está el Ministerio de la Salud Pública que tiene un 80% de mujeres en sus secretarías y 60% en subsecretarías.
Los ministerios que se acercan a la paridad de género son tres: Desarrollo Social, Turismo y Deportes, e Infraestructura. Si bien los tres tienen igual cantidad de mujeres y hombres a cargo de las secretarías, los porcentajes se modifican en la cantidad de mujeres al mando de las subsecretarías. "Si hablamos en términos absolutos, claramente a mayor jerarquía, menor cargo de mujeres", cuestionó Modica.
"El mapa de Salta está muy alejado todavía de mostrar una estructura organizacional paritaria" afirmó. Y sostuvo que las dinámicas de poder intervienen en dos sentidos: vertical, a mayor jerarquía menor cantidad de mujeres, y horizontal, provocando grandes variaciones entre los porcentajes de representación política de mujeres entre los distintos ministerios.
La división sexual del trabajo
Luciana Modica clasificó a los ministerios según las actividades que realizan y los vinculó a la reproducción, producción o preservación del sistema. En reproducción colocó a las carteras de Desarrollo Social; Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, y Salud Pública.
Las caracterizó como las actividades vinculadas a "tareas del cuidado que históricamente se asignan a las mujeres", como políticas sociales, niñez, familia, salud, educación, cultura, vivienda, medio ambiente y políticas hacia los consumidores y asistencia social.
En este espacio las mujeres ocupan mayores cargos. Modica consideró que esto es así porque son áreas "feminizadas", "profundizando en el estereotipo de género", que hace a las mujeres sinónimo de cuidado.
En las actividades de producción incluyó a los ministerios de Economía y Servicios Públicos; Producción y Desarrollo Sustentable; Turismo y Deportes; Seguridad e Infraestructura. Las tareas se vinculan con la economía, el presupuesto, el mundo laboral, las obras públicas, la industria y el comercio. Además, los asuntos energéticos, la producción primaria, las comunicaciones, el transporte y las políticas de desarrollo social.
En un tercer lugar, colocó a las actividades de preservación, donde ubicó al Ministerio de Gobierno y Derechos Humanos, la Secretaría General de la Gobernación y las dos coordinaciones, Administrativa y de Enlace y Relaciones Políticas. Sus tareas son vinculadas al orden institucional, la administración y el gobierno de modo general. También incluye las áreas de mantenimiento y reforma de los sistemas burocráticos y políticos.
"Uno hace esa comparación entre las tres y se da que las tareas de producción y preservación en su totalidad están dirigidas por los varones, mientras que las mujeres quedan relegadas a los espacios de cuidado", enfatizó Modica.
En el caso de producción y preservación, las mujeres llegan a ocupar cargos recién en las subsecretarías. Modica dijo que estas cifras hacen referencia al techo de cristal donde las mujeres se enfrentan a "áreas asociadas fuertemente con lo masculino".
Lo que no se institucionaliza
Lo politóloga señaló que en el organigrama del Ejecutivo provincial no se incluyó "una oficina que atienda de forma exclusiva los asuntos vinculados al género". Dijo que si se tiene en cuenta que la organización de las carteras se da en función de los intereses de la gestión, la ausencia de una oficina, secretaría o subsecretaría de género "es una demostración más del desinterés político por incluir esta temática dentro de los asuntos prioritarios del estado salteño".
El único acercamiento a la temática se da con el programa del Polo Integral de las Mujeres que depende de la Secretaría de Derechos Humanos. Modica señaló que,más allá del buen trabajo de la Secretaría, "el no institucionalizar un área exclusiva de género/mujeres en la administración pública, provoca que recaiga toda la carga en dicha Secretaría".
El área de Derechos Humanos "tiene que atender muchos otras problemáticas de derechos humanos. Y creo que la problemática de género en Salta, por las grandes cifras de femicidios, requiere de manera urgente y necesaria ser priorizada e institucionaliza", enfatizó la politóloga.
En contraposición, comparó la situación de Salta con lo ocurrido a nivel nacional, donde Alberto Fernández creó el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades. "No existe en esta gestión una voluntad política para incluir a las mujeres", insistió sobre el gobierno de Sáez.
"Salta es la provincia con más desigualdad del país" y "que todavía esta provincia no pueda incluir un área de la mujer significa que es un desinterés por parte de la gestión pública", subrayó.
Consideró que en Salta las políticas orientadas a las mujeres sólo están pensadas para un momento de violencia, dejando en evidencia que no hay una lectura donde la mujer pueda desarrollarse en lo educativo, profesional o económico, y posibilitar acortar la brecha que hay en todos los ámbitos.