La salud del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continúa bajo un manto de sospecha. El equipo médico presidencial aseguró que "sigue mejorando" y podría ser dado de alta el lunes, luego de informes contradictorios sobre su estado de salud posteriores a la hospitalización por covid-19 el viernes pasado. Los médicos que rodean al mandatario precisaron este domingo que sus niveles de oxígeno habían bajado dos veces en los últimos días y que está siendo tratado con esteroides.
En un video subido a su cuenta de Twitter, Trump agradeció a los médicos que lo están tratando y a sus seguidores, a quienes llamó "grandes patriotas". Minutos después, salió a saludar a los manifestantes presentes en la entrada del hospital militar Walter Reed, con mascarilla y a bordo de una camioneta. Trump fue ingresado en la tarde del viernes al centro médico con un cuadro de fiebre alta y una caída en el nivel de oxígeno en sangre, pocas horas después de confirmarse su positivo de coronavirus.
El contagio de Trump dio un vuelco a su campaña presidencial a un mes de las elecciones, al interrumpir el frenético calendario de actos electorales programados. Ahora la atención de los estadounidenses vuelve a estar puesta en la pandemia, justo cuando al mandatario más le interesaba minimizarla. Para colmo, la ventaja del candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, se amplió a 14 puntos según una encuesta publicada el domingo y realizada después del primer debate presidencial, pero antes de que el mandatario anunciara su positivo de coronavirus. Los relatos cambiantes y en ocasiones contradictorios sobre la salud de Trump generaron una crisis de credibilidad para la Casa Blanca con un desenlace incierto.
"Desde que hablamos por última vez, el presidente ha seguido mejorando. Como con cualquier enfermedad, hay frecuentes altibajos a lo largo de su curso", dijo el médico de Trump, Sean Conley. El mandatario retomó simbólicamente las actividades pese a su internación en el hospital militar Walter Reed, en la periferia de Washington, haciendo llamados y tuiteando desde el centro médico donde permanece internado.
Los medios presentes en las escalinatas del centro médico insistieron sobre una posible neumonía del presidente y preguntaron por el estado de sus pulmones. Conley buscó aclarar la situación pero no hizo más que generar mayores confusiones. Afirmó que Trump tuvo "fiebre alta" y un nivel de oxígeno en sangre por debajo del 94 por ciento el viernes y sábado. Conley se mostró esquivo ante las consultas de los periodistas y más de una vez miró al resto del cuerpo médico buscando una respuesta. "No es cierto que estemos ocultando algo, pero no voy a entrar en detalles sobre la condición de los pacientes", sentenció.
Aún persisten dudas sobre el momento del contagio de Trump, y si podría haber expuesto a decenas de personas a la covid-19. Una línea de tiempo confusa proporcionada por los asesores y médicos del mandatario sugirió que se reunió con más de 30 donantes de campaña el jueves en Nueva Jersey, incluso después de enterarse que su asistente cercana Hope Hicks había dado positivo, y solo unas horas antes de que anunciara su propia infección.
Si bien todavía no se sabe cómo impactará esta situación en los comicios del próximo tres de noviembre, un sondeo realizado dos días después del debate presidencial muestra que el nivel de adhesión de Trump está llegando a su punto más bajo en el año. La encuesta de Wall Street Journal/NBC le dio al candidato demócrata Joe Biden una ventaja del 53 por ciento contra el 39 por ciento del actual mandatario entre los votantes registrados. Además, un 49 por ciento de lo encuestados considera que a Biden le fue mejor en el primer debate, frente al 24 por ciento que sostuvo que ganó Trump. En el caótico debate del martes pasado, Biden llegó a llamar a Trump "payaso", mientras que éste se burló del exvicepresidente por usar siempre tapabocas.