Al menos dos muertos dejaron las inundaciones que devastaron pueblos en el sureste de Francia, mientras que ocho personas continúan desaparecidas. Mientras, del lado italiano, las regiones de Piamonte y Liguria pidieron al Gobierno la declaración del estado de emergencia luego de las torrenciales tormentas que provocaron al menos dos muertes y dos personas desaparecidas.
El cuerpo de un pastor fue encontrado en un río de Francia, la primera víctima fatal de las inundaciones que devastaron pueblos en el sector sur de la frontera de ese país con Italia, donde el temporal causó dos muertos. Ocho personas siguen desaparecidas de lado francés y dos en Italia, luego de que la tormenta provocara torrentes que inundaron calles y viviendas y dejaron aisladas poblaciones, informó la agencia AFP.
"Lo que estamos viviendo es fuera de lo común, estamos acostumbrados a ver imágenes de desastres así en otros continentes, con cierto desapego a veces, y ahora es algo que nos afecta", dijo Bernard González, prefecto del departamento de Alpes Marítimos, cuya cabecera es Niza.
En Saint-Martin-Vésubie, un pueblo de 1.400 habitantes en las montañas situadas al norte de Niza, ahora inaccesible por carretera, varios grupos de turistas y habitantes esperaban conmocionados en la plaza central para ser evacuados en helicóptero, indicó una periodista de AFPTV que pudo acceder a pie. Los helicópteros de la gendarmería, los bomberos y del ejército se sucedían para evacuar las víctimas, mientras se esperaban de nuevo lluvias en la zona.
En el pueblo de Breil-sur-Roya, cerca de la frontera con Italia, que estuvo aislado un tiempo, se vieron escenas de desolación, con casas llenas de barro y coches volcados en el lecho del río. "A la población le falta de todo, agua, electricidad y comida. Tenemos que restablecer rápidamente las comunicaciones telefónicas, de lo contrario no podemos dar a conocer nuestras necesidades", dijo el alcalde, Sébastien Olharan.
En toda la zona de Niza, hubo carreteras destruidas, docenas de casas arrasadas y plantas de tratamiento de aguas residuales destrozadas.
Mientras, fuertes lluvias -más de 60 centímetros en algunos lugares- cayeron entre el viernes y el sábado en Piamonte, Liguria, Valle de Aosta y, en menor medida, en Lombardía, haciendo que los ríos salieran de sus cauces y provocando inundaciones repentinas, desbordamientos y deslizamientos de tierra, detalló la agencia AFP. Los torrentes de agua y barro invadieron ciudades, pueblos y carreteras, destruyeron varios puentes, sumergieron tiendas y hogares y arrasaron casas y vehículos. En algunos lugares, el río Po subió tres metros más alto que su nivel habitual.
La última cifra de muertos el domingo por la mañana era de dos personas, un bombero voluntario y un automovilista, así como dos desaparecidos.
La Alcaldía de la ciudad de Limone, en la provincia de Cuneo, habla de una "situación catastrófica" en la localidad, una crisis que se extiende al noroeste de Italia, donde cayeron lluvias nunca vistas en 60 años entre el viernes y el sábado, reportó la agencia Dpa. Las autoridades emitieron una nueva alerta por inundación tras las devastadoras lluvias que han sacudido en los últimos días la región del Piamonte.
Como buena noticia, se destacó que el sistema de protección Mose en Venecia soportó la crecida de las aguas y la plaza de San Marcos no se vio afectada, en lo que el alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro, describió como "un día histórico".