Las ventas minoristas bajaron 10,1 por ciento interanual en septiembre, según informó CAME. En lo que va del año el retroceso acumulado es de 27,9 por ciento, influenciado fundamentalmente por el freno que registró la actividad en los primeros meses de la cuarentena. En los locales a la calle las ventas cayeron 13,7 por ciento, mientras que el comercio online creció 21 por ciento, aunque con una incidencia baja en el total de operaciones.

“En la desaceleración de la tasa de caída del mes incidió mucho la normalización de la actividad comercial en el AMBA, aunque todavía con niveles de operaciones bajos”, destacó CAME en un comunicado. También incide que se está comparando contra un mes de altos retrocesos como fue septiembre de 2019, cuando las ventas tuvieron una disminución anual de 14,5 por ciento. Si se compara contra septiembre de 2018, en la actualidad el comercio está vendiendo 23 por ciento menos que dos años atrás.

Todos los rubros finalizaron en declive, incluso aquellos considerados esenciales como Alimentos, Farmacias o Materiales eléctricos y ferreterías, que todavía mantienen leves caídas. En el caso de Alimentos, el mes finalizó con un descenso de apenas 2 por ciento anual y en Farmacia, la caída fue de 1,1 por ciento, siendo el rubro con menor retroceso interanual.

El sector de mayor derrumbe anual continúa siendo Relojería, joyerías y bijouterie con una declinación de 25,9 por ciento. Este rubro está muy ligado a las salidas y paseos de la gente, con lo que las mayores estadías en los hogares las impacta. Además, en la medida que se fue normalizando la economía, se volvieron a ver ventas en las calles, donde prevalecen estos artículos. Especialmente en el Gran Buenos Aires.

Perfumería y cosmética quedó en segundo lugar con un retroceso interanual de 19,3 por ciento, mientras que calzado y marroquinería completó el podio con un descenso de 18,6 por ciento.

En el caso de la indumentaria, las ventas redujeron su tasa de caída anual, de 32 por ciento en agosto a 16,9 por ciento en septiembre. “Se vendió más ropa cómoda y menos ropa de vestir, la gente de volcó a los packs promocionales que lanzaron los negocios para cubrir gastos. Lo que sigue tirando para abajo el consumo en esta rama, son las restricciones para ingresar. Sobre todo, en las ciudades pequeñas, la gente manifiesta incomodidad de estar mirando, eligiendo y probando mientras otras personas (muchas veces conocidas) esperan afuera”, informó CAME.

Donde sí las ventas vienen mejor, es en Indumentaria y artículos deportivos: las operaciones bajaron 7,3 por ciento anual (siempre en cantidades) aunque con mejoras en aquellos comercios que venden artículos vinculados a todo lo que es ejercicio (gimnasia, caminata, correr, bicicleta). En cambio, continúan saliendo poco los artículos vinculados a deportes tradicionales.

Los datos surgen de la medición que realizó CAME en base a 1300 negocios de todo el país relevados entre el miércoles 30 de septiembre y el sábado 3 de octubre por un equipo de 30 encuestadores localizados en las capitales del país y el AMBA.