El ex secretario general de Interpol Ronald Noble difundió este lunes una serie de tuits para repetir que quiere declarar ante la Justicia argentina en la causa del Memorándum con Irán y, en un tono de enojo, discrepó con las limitaciones que parece querer imponerle la central internacional de policías. En sus 25 mensajes, el norteamericano dice que la misma Interpol puede responder pero siempre que respete lo que para él constituye una verdad inamovible: que ningún integrante del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y menos todavía el fallecido canciller Héctor Timerman, intentaron nunca levantar las órdenes de captura con alertas rojas contra los sospechosos iraníes de haber perpetrado el atentado a la AMIA. Un testimonio de esa naturaleza demolerá la delirante denuncia de la causa del Memorándum que consistió en considerar delito un tratado, votado por el Congreso, porque supuestamente beneficiaba a los iraníes e intentaba levantar las órdenes de captura. El tratado nunca entró en vigencia y las alertas rojas siguen vigentes hasta hoy.
El tono de Noble parece de confrontación con las autoridades de Interpol que le hicieron saber que "cualquier testimonio suyo es violatorio de sus obligaciones como ex secretario general. Interpol confía en que cumpla con los postulados de esta organización". La cuenta de Twitter del norteamericano indica, en tercera persona, que "Noble está en desacuerdo con la posición tomada por la Oficina Legal de Interpol, tendiente a impedir el testimonio. Y apelará esta decisión".
El ex secretario general de Interpol entre 2000 y 2014 relató que recibió la citación este lunes en su oficina de Dubai, lo que implica una demora ya que debía declarar en esta misma jornada del 5 de octubre. Pero lo más relevante es que el paquete con la citación venía acompañado con una carta de Interpol diciéndole que si declara estaría violando las normas de la organización.
La respuesta áspera de Noble hace pensar que existe una interna en Interpol. Muchos creen que el factor decisivo es que en 2012, cuando se firmó el Memorándum y cuando hubo elogios de Noble e Interpol hacia el acuerdo con Teherán, en Estados Unidos gobernaba Barak Obama, que buscaba un acuerdo con Irán, mientras que en la actualidad, la admninistración de Donald Trump en la Casa Blanca tiene una política bélica contra los iraníes. También desde Washington alientan la agresividad contra referentes no alineados con el neoliberalismo, como Cristina Kirchner.
Los textos más bien indignados de Noble adelantan que apelará ante el secretario general de Interpol, el alemán Jürgen Stock, y que si éste no lo autoriza a declarar, presentará una apelación ante la asamblea general, que es la reunión de los delegados de todos los países. Lo impactante es que la asamblea general se hará entre el 15 y el 18 de octubre en Santiago de Chile, es decir que el reclamo podría concretarse en menos de dos semanas. En Interpol, la asamblea general es soberana.
A partir del tuit número 12, Noble recuerda que el 20 de diciembre de 2017, el ex fiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, presentó un escrito en su nombre ante la Justicia argentina sentando la posición del ex secretario general de Interpol. "La denuncia de Alberto Nisman afirma que el entonces ministro Hector Timerman intentó en septiembre y noviembre del 2013 convencer a Ronald Noble para que ceda y autorice el cese de las notificaciones rojas. Le adelanto que mi testimonio no coincidirá con la denuncia. Argentina y sus representantes siempre le expresaron a Interpol que las notificaciones rojas debían mantenerse". Esta referencia al texto presentado en Buenos Aires sugiere que la justicia argentina podría usarlo como base.
En cualquier caso, Noble aparece sosteniendo públicamente su postura --es significativo que haya emitido los tuits-- y, si dice lo mismo ante los jueces del tribunal oral que tiene la causa del Memorándum, terminaría con la acusación, porque el propio Nisman consideraba a Noble como una figura intachable.
Finalmente, a partir del tuit 19, el ex titular de la organización le dice a Interpol que hay una solución sencilla a la controversia: que la propia central internacional de policías responda a la Justicia diciendo que no hubo ninguna gestión de las autoridades argentinas para levantar las órdenes de captura. "Le podrían preguntar a Interpol si entre la firma del Memorándum y el día de hoy hubo alguna autoridad argentina que pidió que se supriman o debiliten las alertas rojas. E Interpol podría contestar simplemente no".
Es decir que Noble quiere marcar la cancha en cuanto al contenido de lo ocurrido. Afirma que puede contestar él o puede contestar Interpol, pero que la sustancia de la respuesta debe ser inamovible. Además, argumenta que la organización no puede dejar de colaborar con la Justicia argentina, con los familiares de las víctimas y con la memoria de las víctimas.
El expediente del Memorándum debe tener pocos antecedentes en el mundo. Se juzga un tratado que fue aprobado por el Congreso Nacional y que, encima, nunca entró en vigencia porque ni siquiera Irán lo terminó aprobando. Pero, además, las alertas rojas siguen vigentes hasta hoy, sin interrupción alguna. La única explicación posible de la causa es la persecución política contra CFK, Timerman, y otros integrantes de ese gobierno, protagonizada por el macrismo, la derecha de Washington y Jerusalem, y una parte de la dirigencia de la comunidad judía argentina.
Los tuits de Ronald Noble