Este lunes se retomaron las clases presenciales en San Luis. La apertura es por ahora muy limitada: sólo abarca doce escuelas rurales, de parajes que no han sufrido casos de coronavirus y tienen matrículas reducidas. En total, regresaron a las aulas 173 estudiantes, del nivel primario y secundario, con concurrencia voluntaria.
La provincia tuvo en las últimas 24 horas 80 nuevos casos de covid, con dos muertes. El último parte oficial consigna además 16 internados en terapia intensiva, 15 de ellos en estado crítico con asistencia mecánica respiratoria.
En la reapertura, el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saa, mantuvo una videoconferencia con el ministro de Educación, Nicolás Trotta. “La experiencia ha sido muy elaborada, estamos empezando por los parajes, que hoy son el lugar con menos riesgo, con más seguridad. Es una concurrencia voluntaria, pero el voluntariado es tan importante que alcanza al 95,8 por ciento”, dijo el gobernador. Agregó que ni los chicos ni los docentes tienen que trasladarse en colectivo, porque viven cerca de las escuelas. Esta fue una de las condiciones que debieron cumplir los establecimientos seleccionados para comenzar el regreso a las aulas.
Antes de ampliar la experiencia a más localidades, será evaluada durante dos semanas. Los directivos y docentes deberán hacer, para las eventuales reaperturas, capacitaciones en el uso de los protocolos de seguridad.
Las principales pautas del protocolo son el ingreso y salida de los estudiantes en diferentes horarios, para evitar que se formen grupos en la puerta de las escuelas. Antes de ingresar, docentes y alumnos tienen que lavarse o sanitizarse las manos. La distancia física a cuidar dentro de las aulas es de un metro y medio entre persona y persona. Los chicos no pueden compartir útiles ni materiales, y los edificios deben ser desinfectados antes del ingreso de los estudiantes, durante su jornada y una vez que se retiran de la institución.
En la apertura por videoconferencia, Trotta recordó que el criterio en las provincias que han ido retomando las clases fue “seguir de cerca la situación y no dudar en volver al esquema de clases no presenciales si la situación epidemiológica lo impone”.
Con San Luis, son tres las provincias donde se pudieron retomar las clases presenciales, siempre de manera parcial. En Formosa se habían reabierto el 12 de agosto y en La Pampa el 14 de septiembre. Otros tres distritos -Catamarca, San Juan y Jujuy- probaron comenzar, pero debieron dar marcha atrás por el aumento de la circulación del virus en el interior, en ninguno de los casos por contagios generadas desde las escuelas.
Catamarca tuvo idas y venidas: el 8 de junio abrió algunas escuelas rurales, permitiendo el regreso a las aulas de unos dos mil alumnos; sin embargo, cuatro días después tuvo interrumpir la experiencia. El 18 de agosto hubo un segundo intento, con 14 mil alumnos pero un mes después la provincia volvió a registrar un aumento de los contagios y las clases debieron ser suspendidas otra vez, por prevención. n el caso de Jujuy, se había retomado la presencialidad el 16 de junio, pero el 19 debió suspenderse. En San Juan el intento fue iniciado el 10 de agosto y apenas pudo ser sostenido durante diez días.
El panorama porteño
Por su parte, en la Ciudad de Buenos Aires el ministro de Salud, Fernán Quirós, respondió preguntas sobre las clases al dar el parte diario sobre la situación de epidemiológica. Quirós admitió que la vuelta a la presencialidad es en este momento imposible.
“En la Ciudad aún no estamos con la epidemiología contenida y mejorada como para proponer reactivar global y normalmente las clases”, señaló. Sin embargo, insistió en la idea de que los 6500 chicos que perdieron el vínculo con la escuela tengan alguna forma de clases presenciales. “Serán días, serán semanas, serán meses”, agregó sobre cuánto queda por delante, aunque señaló que la Ciudad seguirá diferentes niveles de gravedad y riesgo sobre los niños y creemos que podemos ir implementando actividades de revinculación social y escolar más allá aún de no abrir las escuelas de manera masiva. En eso insistimos y seguiremos insistiendo, porque cada día que pasa es un nuevo daño, y para algunos niños ese día es un daño irreparable".