Científicos estudian las condiciones de 24 planetas que tendrían condiciones más adecuadas para la vida que la Tierra. Algunas de sus estrellas pueden tener características incluso mejores que el Sol para el desarrollo de la vida.
Un estudio dirigido por el científico Dirk Schulze-Makuch de la Universidad Estatal de Washington (WSU), publicado recientemente en la revista Astrobiology, detalla cuáles son las características que reúnen esos planetas para ser considerados “superhabitables”: son más antiguos, un poco más grandes, un poco más cálidos y posiblemente más húmedos que la Tierra.
Los científicos sostienen que la vida podría prosperar fácilmente en planetas que giran alrededor de estrellas con una vida útil más larga que la de Sol.
Los 24 planetas superhablables están a más de 100 años luz de distancia. Sin embargo Schulze-Makuch afirmó que el estudio podría ayudar a enfocar los esfuerzos de observación futuros, como los realizados con el telescopio espacial James Web de la NASA, el observatorio espacial LUVIOR y el telescopio espacial PLATO de la Agencia Espacial Europea.
"Con la llegada de los próximos telescopios espaciales, obtendremos más información, por lo que es importante seleccionar algunos objetivos -dijo Schulze-Makuch, profesor de WSU y de la Universidad Técnica de Berlín-. Tenemos que centrarnos en ciertos planetas que tienen las condiciones más prometedoras para la vida compleja. Sin embargo, tenemos que tener cuidado de no quedarnos atascados buscando una segunda Tierra porque podría haber planetas que podrían ser más adecuados para la vida que el nuestro".
El estudio fue realizado por Schulze-Makuch -geobiólogo con experiencia en habitabilidad planetaria- en asociación con los astrónomos Rene Heller del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar y Edward Guinan de la Universidad de Villanova. Los científicos identificaron los criterios de superhabitabilidad para seleccionar candidatos entre los 4500 exoplanetas conocidos por fuera del sistema solar. La habitabilidad no significa que los planetas tengan vida, sino que sus condiciones son propicias para su desarrollo.
Los investigadores seleccionaron sistemas planeta-estrella, con probables planetas terrestres orbitando dentro de la zona habitable de agua líquida de la estrella anfitriona, del Archivo de Exoplanetas Objetos de Interés de Kepler de exoplanetas en tránsito.
El Sol es una estrella tipo G que tiene una vida relativamente corta: menos de 10 mil millones de años. Dado que pasaron casi 4 mil millones de años antes de que apareciera cualquier forma de vida compleja en la Tierra, muchas estrellas similares al Sol podrían apagarse antes de que se desarrolle vida compleja.
Además de observar sistemas con estrellas G más frías que el Sol, los investigadores también analizaron sistemas con estrellas enanas K, que son algo más frías, menos masivas y menos luminosas que el Sol. Las estrellas K tienen una vida más extensa que la de las G: de 20 mil millones a 70 mil millones de años.
Esto permitiría que los planetas en órbita fueran más antiguos y daría más tiempo a la vida para avanzar a la complejidad que se encuentra actualmente en la Tierra. Sin embargo, para ser habitables, los planetas no deberían ser tan viejos que hayan agotado su calor geotérmico y carezcan de campos geomagnéticos protectores. La Tierra tiene alrededor de 4.500 millones de años, pero los investigadores sostienen que el punto óptimo para la vida es un planeta que tiene entre 5 mil y 8 mil millones de años.
Respecto al tamaño y la masa de los planetas, los científicos estiman que aquellos que son 10 por ciento más grandes que la Tierra deberían tener mayor cantidad de superficie habitable. Se esperaría que uno que tenga aproximadamente 1,5 veces la masa de la Tierra retenga su calentamiento interior a través de la desintegración radiactiva durante más tiempo y también tenga una gravedad más fuerte para retener una atmósfera durante un período de tiempo más largo.
Los autores del estudio señalan que la existencia de más agua sería conveniente, en especial en forma de humedad y nubes. Una temperatura general ligeramente más cálida, una temperatura superficial media de unos 5 grados Celsius mayor que la de la Tierra, junto con la humedad adicional, también sería mejor para la vida. Esta preferencia por el calor y la humedad se observa en la Tierra con mayor biodiversidad en las selvas tropicales que en las áreas más frías y secas.
De los 24 planetas seleccionados, uno tiene cuatro de las características deseables, esto lo haría potencialmente más cómodo para la vida que la Tierra.
"A veces es difícil transmitir este principio de planetas superhabitables porque creemos que tenemos el mejor planeta -dijo Schulze-Makuch-. Tenemos una gran cantidad de formas de vida complejas y diversas, y muchas que pueden sobrevivir en ambientes extremos. Es bueno tener una vida adaptable, pero eso no significa que tengamos lo mejor de todo".