La Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia acordó la creación de una subcomisión que se encargará de investigar las denuncias por espionaje ilegal formuladas por familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan. Los designados para esa tarea son la diputada Blanca Inés Osuna y su colega Eduardo Félix Valdés, ambos por el Frente de Todos, y el legislador Sebastián García De Luca, por Cambiemos.
En la reunión plenaria del cuerpo legislativo, presidida por su titular, Leopoldo Moreau, se aprobó, tal como se adelantara, que el criterio será el de abrir “un sumario de investigación paralelo a las investigaciones que se están realizando” en la Justicia Federal de Mar del Plata, a cargo del fiscal general de esa jurisdicción, Daniel Adler, donde están declarando los familiares que denunciaron “irregularidades” notorias en sus aparatos de telefonía celular.
Los miembros de la subcomisión recibirán las denuncias realizadas por los familiares de los tripulantes del submarino, que desde abril de 2018 vienen denunciando “pinchaduras” en sus celulares y la desaparición de fotos y mensajes intercambiados con los tripulantes de la nave.
Además, entre otras cuestiones, los legisladores de la comisión analizaron --no sin debate-- el tema de las “filtraciones” de datos clasificados enviados desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) a la Justicia Federal de Lomas de Zamora. El tema dio lugar a cuestionamientos entre los legisladores oficialistas y de la oposición. Todo surgió por el escrito enviado por la interventora en la AFI, Graciela Caamaño, al juez de Lomas de Zamora Federico Villena. En el texto aparecieron los nombres completos de varios agentes de inteligencia, muchos de ellos cumpliendo misiones en el exterior.
“Lo que se acordó es que se van a pedir todas las actuaciones remitidas al juzgado y a la fiscalía para analizar que fue lo que sucedió”, le dijo a Página/12 una fuente de la comisión.
Los legisladores de Cambiemos que integran la comisión pidieron que Caamaño informara personalmente sobre lo ocurrido, pero la moción no prosperó. A la Justicia de Lomas de Zamora llegó un escrito de 577 páginas, sin que se hubieran tachado los nombres de los agentes mencionados en el texto.
La fuente ratificó que “más allá de las diferencias lógicas, en el caso de las filtraciones se acordó pedir el escrito completo y respecto del ARA, como se había anticipado, se decidió crear la subcomisión para que se encargue de tomar el tema, recibir los testimonios y luego, seguramente, se remitirán los resultados al fiscal que interviene".
Se aclaró que no hubo resolución alguna respecto de las denuncias de espionaje ilegal formuladas por el ex subsecretario de Asuntos Internacionales de la Defensa, José Luis Vila, en funciones durante la gestión del exministro de esa cartera, Oscar Aguad. “Las declaraciones de Vila y de otros agentes fueron enviadas al juzgado de Lomas y en algunos casos, están procesados”. Ese tena no fue tratado en la reunión.
“Los temas principales fueron el ARA San Juan, lo de las filtraciones y también se analizó un tema más que quedó para la próxima semana”. Está cuestión tiene relación con supuestas tareas de inteligencia que habrían sido realizadas por Gendarmería en relación con la desaparición y muerte de Santiago Maldonado.
Los familiares de los tripulantes del ARA San Juan ratificaran, en forma personal y a través de sus abogados querellantes, una serie de hechos ocurridos a partir de abril y que ya fueron denunciados, ese año, ante el juez federal Daniel Rafecas. En ese momento, la causa no pudo avanzar porque las nueve viudas denunciantes desconfiaban de la marcha de la investigación, en la que también se había presentado como querellante el exministro de Defensa, Oscar Aguad. Aunque el estudio de uno de los celulares, por parte de un experto de la Universidad Tecnológica Nacional había determinado que hubo espionaje ilegal, la Justicia aseguró que debían hacerse otros análisis más profundos y que las mujeres deberán facilitar sus aparatos celulares. Ellas se negaron porque temían perder los últimos recuerdos que tenían de sus seres queridos.