En el mundo del anime, frecuentemente las mujeres son ilustradas como sumisas y musas, pero Arte —una nueva serie animada estrenada en abril de este año— vino a romper con los roles y las reglas patriarcales utilizando la historia de una joven artista que tiene todo para ser una pintora profesional.
Con el comienzo de la era del Renacimiento y la cultura propagándose por todo el mundo, el arte como profesión era algo destinado únicamente a los hombres, pero Arte, la protagonista y quien le da el título a este anime, está decidida a seguir sus sueños de convertirse en artista.
La historia de Arte comienza a principios del siglo XVI en Florencia —una ciudad de Italia que se caracteriza por su peso cultural— donde ella reside en su enorme casa junto a su madre y las empleadas domésticas. Nacida en el seno de una familia aristocrática, Arte estuvo inmersa en el mundo artístico desde muy chica. Una de las actividades que más disfruta es sentarse por la mañana en su ventana a dibujar pájaros que se posan en los árboles de su patio.
Su padre fue quien siempre la estimuló y le proporcionó un ambiente para que despliegara sus dotes como dibujante, pero con su muerte, la vida artística de la protagonista se pone en peligro ya que su madre considera que las pasiones de su hija no son más que una pérdida de tiempo y que su prioridad ahora debería ser buscar un pretendiente para casarse.
Una mañana Arte despierta, ve por la ventana a su mamá parada junto a una pila de sus viejos dibujos y decide ir a confrontarla. La madre le ordena a una de las empleadas que prenda fuego los dibujos y ante esto Arte dice desafiante: “¿Es realmente tan importante ser querida por hombres?”.
Esa situación despierta en la protagonista una voluntad implacable de volverse una artista profesional y decide recorrer el centro en busca de un maestro. En ese entonces, las calles estaban llenas de pequeños talleres artísticos donde los asistentes eran trabajadores residentes que ayudaban con tareas mientras estudiaban artes como la pintura, el dibujo y la escultura. Arte le ruega a diecisiete talleres del vecindario que la contraten, pero solo recibe respuestas negativas como “¿Te estás burlando de mí?” o “¿Una pintora?”. Incluso le gritan y la empujan al piso.
A pesar de todos los rechazos, emprende camino hacia el último taller, convencida de que tiene que tomar las riendas de su destino y seguir sus más profundos deseos, pero de nuevo —y sin siquiera mirar sus dibujos— la rechazan por ser una mujer.
A lo largo de la serie animada, Arte es juzgada por sus decisiones: primero es cuestionado su deseo de ser artesana, debido que esa no solo era una tarea de hombres sino que era considerado algo indigno para alguien de la nobleza, y luego es juzgada por sus razones para volverse artista. Aunque Arte declara ante un artesano que le “encanta dibujar” y que esa es la razón por la cual quiere volverse una artista, la verdad es que para ella el arte es la única manera que tiene de desligarse de los mandatos que recaen sobre su vida de hija única y aristócrata. Ella busca la emancipación y está decidida a hacer lo que sea para lograr su objetivo de ser libre.
Arte relata el arduo camino que la protagonista deberá recorrer —para cumplir su sueño— luego de romper con el destino que le deparaba el casamiento forzado y la vida hogareña, enfrentando diversas batallas tanto contra su madre y la vida aristocrática y sorteando los obstáculos que crea el sistema heteropatriarcal.
Junto a otros personajes como San (más conocida como “La princesa Mononoke”, la princesa que no necesita ser rescatada), Usagi Tsukino de Sailor Moon (una joven heroína que supera sus inseguridades), Mikasa Ackerman de Shingeki no Kyojin (una soldado fuerte), Ryuko de Kill la Kill (una chica que desea vengar la muerte de su padre y pelea para conseguir información), Arte pasa a formar parte de los personajes de anime femeninos que luchan por sus motivaciones en un universo regido por el patriarcado.