"No vamos a aceptar que se niegue el travesticidio de Diana Sacayán y la violencia estructural que existe hacia el colectivo travesti y trans", afirmó a Página|12 Say Sacayán, hermano de Diana, tras conocerse que la Cámara Nacional de Casación Penal decidió quitar el agravante de "odio a la identidad de género" al ratificar la pena de prisión perpetua para Gabriel Marino, quien en 2015 asesinó a la militante del colectivo travesti - trans. La sentencia original era considerada histórica por haber sido la primera en juzgar bajo el concepto de travesticidio. Por esta razón, Luciana Sánchez, abogada del hermano de Sacayán, adelantó a este diario que presentarán un "recurso extraordinario federal": "Este fallo es la respuesta a una sentencia que fue fundacional, claramente está en juego la protección de la identidad del colectivo", aseguró.
"Homicidio calificado por odio a la identidad de género y por haber mediado violencia de género". Bajo esa carátula, el 18 de junio del año 2018, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de la Ciudad de Buenos Aires sentenció a prisión perpetua a Marino luego de comprobar que había asesinado a la dirigente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación. En un fallo de más de 400 páginas, el Tribunal consideró que estaba probado que el crimen de Sacayán fue "motivado por su condición de mujer trans".
Ahora, luego de que la defensa de Marino presentara un recurso de casación contra el fallo del Tribunal, la Cámara resolvió confirmar la condena pero modificar "la subsunción legal, que deberá encuadrarse en el Artículo 80, inciso 11° del Código Penal", es decir, "homicidio calificado por haber mediado violencia de género". Así, Casación decidió borrar de un plumazo lo que había sido un fallo histórico para el país por ser el primero en incorporar la calificación de "odio a la identidad de género", estipulado en el inciso 4 del Artículo 80 del Código Penal.
"Esto es una respuesta a la sentencia del Tribunal, hay una disputa político judicial en torno al reconocimiento de las identidades travestis y trans. Y este fallo expresa la intención de invisibilizar la escritura 'travesti' en el mundo judicial. Ese es el único objetivo, después hay excusas jurídicas", señaló Sánchez. Entre los argumentos que expuso en el fallo, por ejemplo, la jueza Patricia Llerena, se lee que "no existen datos de que Marino fuera transfóbico" y que el odio de género "debe ser comprobado a partir de actos que revelen la motivación en la persona sometida a proceso".
El 13 de octubre de 2015, el cuerpo sin vida de Sacayán fue encontrado maniatado de pies y manos, amordazado y con un total de 27 heridas, 13 de arma blanca. Basado en el informe de la autopsia, el Tribunal 4 aseguró en su sentencia que Sacayán fue "víctima de un hecho cometido con un alto grado de violencia".
"Decir que el asesino no la mató por transfobia es un contrasentido absurdo. Es evidente porque además no estamos hablando de cualquier persona sino de Diana Sacayán, una militante que estaba en la cresta de la ola y despegando políticamente. En la sentencia del Tribunal se hace referencia concreta a la calidad de Diana como defensora de derechos humanos y como integrante del colectivo. Ese es el contexto en que se dan los hechos y ahí se expresa la transfobia", explicó Sánchez. Por su parte, el hermano de la víctima sostuvo que "cuando dicen que Diana es solo una mujer que mataron están negando su calidad de defensora de DD.HH. y lo que significaba su identidad para el colectivo. Marino no mató a Diana, mató a lo que significaba Diana".
En la sentencia original del Tribunal se hace hincapié en que, además del odio por la identidad de género de Sacayán, el crimen estuvo motivado "por su calidad de miembro del equipo del Programa de Diversidad Sexual del INADI, impulsora de la lucha por los derechos de las personas trans, líder de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales y dirigente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación".
Ahora, Sánchez adelantó que presentarán un "recurso extraordinario federal" contra el fallo de Casación. "Vamos a ir a la Corte Suprema, vamos a llegar hasta las ultimas consecuencias porque ya comprobamos nuestros argumentos", indicó por su parte Say, quien agregó que "la Justicia siempre ha tenido una forma de estigmatizar al colectivo travesti y trans y eso tiene que ver con la transfobia. Ellos son parte del estado de vulnerabilidad del colectivo y tienen miedo de que empecemos a ocupar los lugares que tenemos que ocupar".
Para graficar el transodio imperante en la Justicia, Say puso como ejemplo el caso de Luz Aimé Díaz, la joven trans que a principios de este mes fue absuelta luego de pasar dos años presa por un delito que no cometió: "Luz estaba siendo culpabilizada por un hecho por el que ni siquiera había pruebas y al principio no querían nombrarla por su identidad de género. Se logró llegar a la absolución pero tuvimos que hacer un montón de cosas para probarlo. Lo mismo que hicimos con Diana: pelear y pelear", concluyó.
Informe: Lorena Bermejo y Santiago Brunetto.