El regreso a alguna forma de clase presencial, las características que adoptará y a qué población de estudiantes abarcará, son cuestiones que se siguen discutiendo con una compleja trama de variables sobre la mesa. El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, encabezó el martes una reunión del Consejo Federal de Educación --que está compuesto por los ministros de las 24 provincias--, junto al ministro de Salud, Ginés González García, para comenzar a definir una estrategia de revinculación presencial con las escuelas. Fue una reunión extensa, donde los ministros provinciales expusieron la enorme diversidad de realidades de situación epidemiológica en sus regiones o provincias, cuyo resultado dio cuenta de la dificultad del tema. El tema sigue: Trotta presentó una "guía de análisis de riesgo epidemiológico basada en criterios objetivos", que fue elaborada por el Ministerio de Salud de la Nación, con el aporte de especialistas que integran el consejo asesor, y que será evaluado por las autoridades jurisdiccionales de salud y educación en otra reunión que se llevará a cabo el miércoles a las 15.
Aunque el lunes Trotta había anunciado que habría "novedades" sobre este regreso, mencionado que "no hace falta vacuna para la vuelta a clases", la cuestión finalmente se seguirá dirimiendo. La reunión del miércoles comenzó pasadas las 18 y se extendió hasta casi las 22, por la cantidad de oradores que presentaron inquietudes de los más variadas. Fueron seis las provincias que retomaron la presencialidad, y sin embargo sólo tres pudieron mantenerla. Es el caso de San Luis, La Pampa y Formosa, mientras que San Juan, Catamarca y Santiago del Estero debieron retroceder con la medida por el aumento de los casos. Las provincias que tienen los mayores centros urbanos son las más complejas para planificar el regreso. Estas son, además de CABA y Buenos Aires por la región del AMBA, Santa Fe y Córdoba. La postura de los gremios docentes sigue firme, como desde un comienzo, en la negativa a la presencialidad de cualquier grupo de alumnos mientras no estén dadas las condiciones epidemiológicas.
“Pusimos a consideración, en respuesta a la genuina preocupación de la comunidad educativa, alternativas para la revinculación y el acompañamiento a estudiantes, el retorno de últimos años de primaria y secundaria y el cierre escolar del año, que deberá ser considerada por cada una de las jurisdicciones, y de existir consenso, deberán luego serán tratadas en el seno del Consejo Federal de Educación”, manifestó el ministro una vez concluido el encuentro. Lo cierto es que no se llegó aún a ninguna resolución concreta respecto a cómo y cuándo se retomará esa presencialidad.
Trotta había especificado que pondría a disposición de los ministros de todas las provincias el índice epidemiológico elaborado por los ministerios de Salud de la Nación y las provincias y diversos especialistas. Este índice divide el territorio nacional según el riesgo de contagio en alto, medio y bajo, y sobre esta base se podrá evaluar el regreso progresivo y escalonado de alumnos en aglomerados urbanos de más de 500.000 habitantes.
"Desde un principio la prioridad han sido las y los alumnos que finalicen un ciclo", aseguró Trotta. Según trascendió, la prioridad serían los estudiantes que estén cursando el último año del ciclo, ya sea en primaria o secundaria; aquellos que no tuvieron contacto con la escuela debido a la falta de conectividad; y los que asistan a escuelas especiales.
La posición de la ministra de Educación de la provincia de Santa Fe, Adriana Cantero, fue tajante. Sostuvo que era "imposible" la vuelta a las aulas por la alta curva de contagios y la sobreexigencia a la que está sometido el sistema de salud de la provincia en este momento. En tanto desde la provincia de Buenos Aires, la ministra Agustina Vila llevó a la reunión un protocolo que consiste en una vuelta progresiva a la presencialidad de algunos grupos específicos --los que estuvieron desvinculados con la escuela-- en las ciudades de baja o nula circulación del virus, que son las que se encuentran en fase cinco.
Según detallaron desde la gobernación bonaerense en diálogo con este diario, la vuelta a la presencialidad de estos grupos en las distintas ciudades "dependerá de la aprobación o no del nuevo índice epidemiológico, de si entra la fase cuatro o no en el mismo. Si el índice habilita el regreso de algunos chicos en ciudades que estén en esa fase, se volverá a la presencialidad en casi toda la provincia, ya que allí tenemos aproximadamente a 75 municipios", describieron. Con respecto al programa ATR que el gobernador Axel Kicillof lanzó hace tan solo unos días, indicaron que "es un programa de acompañamiento a los alumnos con dificultades que servirá para los municipios donde consideramos que aún es imposible volver, fundamentalmente los de la zona del AMBA". Ayer se conoció la cifra de docentes suplentes y de estudiantes de los últimos años del profesorado que se inscribieron: más de 18 mil.
En cuanto a la Ciudad de Buenos Aires, que durante las últimas semanas mantuvo un debate intenso con Nación en relación a la vuelta a la presencialidad de los alumnos más vulnerables en espacios abiertos, voceros de la cartera educativa porteña se quejaron en diálogo con este diario de que en la reunión "no pasó nada". Y que "habrá otra reunión con los referentes de salud de las jurisdicciones para seguir analizando los indicadores que permitirán el día de mañana algún tipo de presencialidad". En la provincia de Córdoba, en tanto, el regreso a la presencialidad no se espera para el corto plazo porque, según voceros del ministerio que encabeza Walter Grahovac, no estarían dadas las condiciones epidemiológicas para llevarlo a cabo.