Los curas villeros recordaron al sacerdote Carlos Mugica, asesinado en 1974 por la Triple A, con un acto realizado este miércoles en las puertas de la parroquia Cristo Obrero, en la Villa 31, al cumplirse 90 años de su nacimiento.
Allí expresaron su reconocimiento al "compromiso solidario" de los vecinos de los barrios populares durante la pandemia de coronavirus.
Durante el encuentro, que se transmitió por las redes sociales, los sacerdotes inauguraron una estatua y una placa en homenaje a Mugica, nacido el 7 de octubre de 1930 y asesinado a tiros el 11 de mayo de 1974.
"Hoy especialmente queremos agradecerles cómo se han puesto la patria al hombro, en este tiempo de pandemia que estamos viviendo. Nos han vuelto a recordar que nadie puede pelear la vida aisladamente", señalaron los curas, en una carta que fue leída en forma alternada por diferentes referentes eclesiásticos de los barrios ubicados a un lado y otro de la avenida General Paz.
"Se necesita una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia delante. ¡Qué importante es soñar juntos!", advirtieron.
Los organizadores del encuentro aprovecharon la oportunidad para recordar a otros sacerdotes fallecidos, entre ellos Rodolfo Ricciardelli, Daniel de la Sierra, Héctor Botán y Jorge Vernazza, quienes "siempre se mostraron agradecidos y fortalecidos por la fe fraterna vivida en los barrios". También mencionaron al padre "Bachi", Basilicio Britez, conocido por su trabajo en barrios de La Matanza, quien murió por coronavirus en agosto pasado.
Los curas villeros recordaron también a Jorge Vernazza, otro cura fallecido en la década del 90, ligado a las luchas populares en los años '70.
"El futuro está en sus manos"
Los barrios populares, sostuvieron los curas villeros, son lugares donde "todavía se vive el espíritu del vecindario, donde cada uno siente espontáneamente el deber de acompañar y ayudar al vecino".
Son espacios "que conservan valores comunitarios", en los que se viven "relaciones de cercanía con notas de gratuidad, solidaridad y reciprocidad, a partir del sentido de un nosotros barrial".
"Aprendemos de ustedes acerca de la fe y de su lucha cotidiana por una vida con dignidad. Un cura aprende entre los sencillos y humildes", agregaron en representación de todos los sacerdotes que conforman el equipo de Curas de Villas y Barrios Populares de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, integrado, entre otros, por Gustavo Carrara, José María Di Paola, Eduardo Drabble, Andrés Benítez, Guillermo Torre, Agustín López Solari, Juan Isasmendi, Patricio Etchepareborda, y Lucas Walton.
"El papa Francisco reza por ustedes y los alienta. Pueden hacer mucho. Pueden hacer mucho. Ustedes, los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos, pueden y hacen mucho", arengaron.
"Nos atrevemos a decirles que el futuro de la humanidad está, en gran medida, en sus manos, en su capacidad de organizarse y promover alternativas creativas, en la búsqueda cotidiana de las tres T ¿De acuerdo? Techo, Tierra y Trabajo. También en su participación protagónica en los grandes procesos de cambio. Cambios nacionales, cambios regionales y cambios mundiales. ¡No se achiquen!", concluyeron.
Por último, hubo una oración por los vecinos enfermos y fallecidos por coronavirus y se pidió encender una vela en los hogares por ellos.