Vigilados 5 puntos
The Rental, EE.UU.,2020.
Dirección: Dave Franco.
Guión: Dave Franco y Joe Swanberg.
Duración: 88 minutos.
Intérpretes: Dan Stevens, Alison Brie, Sheila Vand, Jeremy Allen White y Toby Huss.
Estreno: Amazon Prime Video.
Hace un buen tiempo que Dave Franco dejó de ser conocido solo por ser el hermano del mucho más famoso James. Con roles secundarios en un puñado de grandes comedias de la primera mitad de la década pasada (Buenos vecinos, Comando especial), varias incursiones en otros géneros en el lustro posterior y algo de reconocimiento luego de protagonizar junto a su hermano mayor The Disaster Artist: Obra maestra, este hombre de 37 años -pero que parece de 22- debutó en la dirección con Vigilados. En contra de lo que podía suponerse, Franco Jr. eligió alejarse del universo humorístico en el que hasta ahora venía moviéndose como pez en el agua, para abrazar una premisa que campea entre la observación de los confusos e inestables vínculos emocionales de un grupo de treintañeros propia del cine indie –no por nada como guionista junto a Franco figura Joe Swanberg, uno de los referentes del mumblecore– con varios pasos habituales del cine de terror más convencional, de esos que se ven venir a varios minutos de distancia.
Vigilados tranquilamente podría haberse llamado “Pesadilla burguesas en tiempos de Airbnb”. El muy exitoso Charlie (Dan Stevens, el cantante ruso de la reciente Eurovisión, la historia de Fire Saga) planea una escapada de fin de semana junto a su novia Michelle (Alison Brie), su socia Mina (Sheila Vand) y la pareja de ella, que a su vez es hermano de Charlie, Josh (Jeremy Allen White). De manera evidente Franco plantea un juego de espejos entre esos hombres cuyas personalidades son radicalmente opuestas: a la seguridad, firmeza y proactividad del primero, se opone el sedentarismo, el desgano y la apatía del segundo. Tampoco es muy sutil una tensión sexual entre Charlie y Mina cuya consumación operará como quiebre narrativo en la parte central del relato.
La búsqueda en Internet devuelve una mansión amplia y luminosa que Charlie contrata sin saber que ya nada volverá a ser como antes. El hombre a cargo del lugar no es precisamente simpático, y además no respondió una consulta de Mina previa a la contratación de Charlie. Que el apellido de ella sea árabe es suficiente para que el grupo, y por lo tanto la película, lo cataloguen de racista y republicano, un apunte más volcado a encuadrar la película dentro del marco de la corrección política imperante que a aportar un matiz dramático.
De allí en adelante, Vigilados se vuelca a indagar en la dinámica relacional del grupo, una idea que para funcionar requiere de personajes interesantes. Y no es el caso de estos cuatro, quienes lentamente empiezan a sentir que algo (o alguien) acecha desde la oscuridad silvestre. Un par de cámaras en las duchas confirma que la casa esconde varios secretos, dando pie a una segunda mitad con forma de thriller psicológico cuyo único atractivo pasa por saber de qué se trata, qué hay detrás de esos dispositivos. Franco, entonces, arriesga saliendo de su zona de confort para ensayar una aproximación no del todo convencional a un relato que sí lo es. Cine adocenado, aunque con cáscara reluciente.