Tortas hechas en casa

Aún en los peores escenarios, muchas veces no queda otra que escapar para adelante. Martina Muratorio decidió no dejarse amedrentar por el duro presente gastronómico que dejó la pandemia y en su departamento armó Madrid Homemade, un emprendimiento de pastelería con pocas pero deliciosas opciones.

“Quería que la gente de Caballito pusiera darse un gusto, comer una torta que conozca pero que tenga una vuelta, rica, bien hecha, con las mejores materias primas”, cuenta la chef que se enamoró de la pastelería trabajando en la cocina de nada menos que el premiado Tegui. Y con cuatro tortas y una caja de mini cakes salió a conquistar los corazones del barrio. “Todo lo hice yo, desde la elección de los colores de la marca, el nombre, las fotos que hice con mi tía... Para las cajas contacté por Instagram a una chica que me gustaba como diseñaba, yo las armo, les pongo el moño, todo es así al menos por ahora que trabajo en una escala chiquita. Y sueño en algún momento con tener un café al paso en el barrio”, cuenta. Decidió ponerle Madrid por su afinidad con la ciudad europea; el logo es una cuchara que también tiene tatuada y viene con explicación. “Mi abuelo siempre le regalaba cucharas a mi abuela así que me pareció un lindo homenaje”.

La carta de Madrid incluye cuatro tortas de doce porciones cada una (desde $1400 con envío incuido en CABA) y una caja “Popurrí” donde hay cuatro mini cakes: rogel, chocolate y naranja, carrot cake y lemon pie ($1800). Suma ediciones especiales; por ejemplo, para el día de la madre habrá una caja para la hora del té que incluye un rogelito, dos alfajores de nuez, dos brownies de chocolate negro y blanco, dos muffins de zanahoria y canela, una taza y té ($1800), de las sólo habrá 25 unidades. El Rogel, asegura, es una tradición familiar, una receta con sus secretos que fue pasando de generación en generación, desde su bisabuela hasta ella. 

Una propuesta honesta, sencilla y plena de sabor, que Martina lleva adelante con un amor a prueva de virus.

Los pedidos se realizan por su cuenta de Instagram @mm.adrid con dos días de anticipación. Pagos en efectivo y por transferencia. Envío gratis en CABA.

Nueva cocina porteña

Ante el cierre de Ajo Negro (solo es temporal, advierten, hasta que se retome algún tipo de normalidad que incluya poder comer en el salón del restaurante), sus dueños decidieron adelantar la apertura de Arrabal, una nueva propuesta que estaba prácticamente terminada cuando se decretó la cuarentena. 

Ubicada en Chacarita, Arrabal cuenta con un gran patio interior y una vereda amplia sobre una calle tranquila donde da el sol (hoy, todo un lujo). La idea del lugar es sencilla: cocina porteña, un toque modernizada y elaborada con la mejor materia prima. Una carta acotada pero contundente y apta todo público, con platos que gustan a los más puristas de la gastronomía y también a los que tan sólo quieren comer rico. Para arrancar, hay buñuelos de espinaca con mayonesa de limón ($350), lengua de cordero a la vinagreta ($330) o tortilla ($320), que viene fría como un tentempié a la tradicional usanza española para tomarse con una copa de vino o una cerveza. Entre los principales, el ojo de bife con manteca de chimichurri y mandioca frita ($850) le compite codo a codo a los pulpitos a la chapa con papa y aceite de sofrito ($890), dos platos generosos como porción de bodegón. La estrella es la milanesa de cerdo con hueso apanada en panko, con mostaza a la antigua y un puré como se debe, con generosa manteca, crema y leche que le da una textura perfecta ($690, comen dos).

Para acompañar, hay vinos desde $480 y pingüino de la casa a $350. También suman algunos aperitivos y el recién lanzado Dill&Tonic, un gin tonic con eneldo listo para tomar. Entre las cervezas, cinco opciones de la artesanal Dos Dingos. Todo termina con el Némesis de chocolate con crema inglesa (en equilibrio entre lo amargo y lo dulce) o La mejor parte, un flan con caramelo acompañado de un cremoso de dulce de leche. 

Tradición bien entendida en el barrio de Chacarita, ahí nomás del Parque Los Andes para tirarse al sol después de un almuerzo dominguero.

Arrabal queda en Santos Dumont 4056. Reservas por la cuenta de Instagram: @arrabalcantina. Horario de atención: jueves y viernes de 18:30 a 23:30; sábados de 12 a 23:30; domingos de 12 a 18:30.

Dos potencias se saludan

Ya un clásico porteño, los churros de Juan Pedro Caballero lograron una fama bien ganada con sus sabores originales y textura crujiente. Ahora van por más, inaugurando en el mismo local una taquería, para felicidad del barrio de Palermo. 

Detrás de la elaboración de esta especialidad de la cocina mexicana (compartida también por otros países latinoamericanos) está Omar Hernández y Hernández (sí, el apellido se escribe así, por capricho de una administrativa del registro civil mexicano), quien convenció a Germán Sitz y a Pedro Peña -los mismos artífices de Niño Gordo y La Carnicería-, de abrir esta nueva propuesta. Así, desde hace un par de semanas, desde el mediodía y hasta la medianoche, Juan Pedro Caballero suma a sus conocidos churros cuatro tipos de tacos diferentes y uno como sorpresa del día. La porción viene por tres unidades ($330 la porción); se puede elegir entre birria de res con frijol puerco y salsa de aguacate; carnitas estilo Michoacán con cebolla roja encurtida; pescado frito con mayo chipotle, rabanito y repollo; y el vegetariano de papa y queso fresco con lechuga, crema y salsa bandera. Todos salen en auténticas tortillas pequeñas de maíz nixtamalizado, para cubrir luego a gusto con cebolla, cilantro, algún picante y gotas de lima

Para beber, se puede optar por la tradición de la chela y la Michelada, así como el infaltable shot de tequila además de algunos aperitivos. El local es el de siempre: chiquito, bonito y con algunas mesas altas en la vereda para comer de parado y seguir el viaje. De postre, claro, lo mejor son los churros: simples, rellenos o los ya famosos de Lemon Pie, Banana Split o el Choco DDL que viene con un picante peperoncino (desde $60).

Dicen en Crónicas del taco, la adictiva serie de Netflix que retrata las distintas versiones que cruzan todo México, que estos pequeños bocados son la mejor medicina contra la resaca, ideales para terminar (o comenzar) el día. Habrá que pasar por esta nueva versión doble de Juan Pedro Caballero para comprobar si es cierto.

Juan Pedro Caballero Chuntaro Style queda en Thames 1719. Instagram: @xjuanpedrochuntarostylex