El Ministerio de Agricultura aprobó la tecnología HB4 para el cultivo de trigo que permite obtener semillas más tolerantes a la sequía. De este modo, se busca minimizar las pérdidas de producción, mejorar la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés hídrico y dar mayor previsibilidad a los rindes por hectárea. Se trata de la primera aprobación en el mundo para eventos de tolerancia a sequía en trigo. 

Esta tecnología es el resultado de una colaboración público-privada de más de 15 años entre la empresa argentina de biotecnología agrícola Bioceres y un grupo de investigación liderado por la Dra. Raquel Chan, directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) perteneciente a la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) responsable del descubrimiento. Las variedades de trigo HB4 son desarrolladas por TrigallGenetics, un joint-venture entre Bioceres y FlorimondDesprez de Francia, una de las empresas líderes a nivel mundial en genética de trigo.

En los ensayos a campo realizados en los últimos 10 años, las variedades de trigo HB4 mostraron mejoras de rendimiento que rondaron el 20 por ciento en promedio en situaciones de sequía. Este fenómeno meteorológico es cada vez más frecuente en el contexto del cambio climático global y afecta cada vez más la estabilidad de los sistemas de producción agrícolas.

La decisión de la autoridad regulatoria argentina se dio luego de la aprobación varios años de estudios experimentales que llevaron a la conclusión científica de la Comisión Nacional de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA) que no difieren significativamente de los riesgos inherentes al cultivo convencional. En tanto el SENASA concluyó que el presente trigo HB4 es inocuo para la alimentación humana y animal. Para ser comercializado en Argentina, el evento debe ser aprobado en Brasil, principal mercado histórico del trigo argentino. El trámite ha sido iniciado también en Estados Unidos, Uruguay, Paraguay y Bolivia. En tanto, la Compañía también se encuentra preparando presentaciones para Australia y Rusia, así como en otros países de Asia y África.

Durante el anuncio de la aprobación, Chan resaltó la capacidad del sistema científico tecnológico para dar respuestas: “Es un largo camino y un largo desarrollo donde se sintetiza este concepto de la necesidad de que cuando uno quiere llevar un desarrollo científico básico al mercado y a la producción tiene que recorrer la alianza publico privada, y es un camino que a la Argentina le ha costado transitar pero que la pandemia ha acelerado” y agregó que “estos mecanismos son los que realmente permiten que nuestro país sea competitivo porque le agrega valor y conocimiento a nuestros productos”. 

El CEO de Bioceres, Federico Trucco, mencionó que “hoy Argentina se animó a liderar este proceso de transformación tecnológica a nivel internacional, llevando la ciencia argentina a lo más alto del mundo en la biotecnología agrícola”. 

Para finalizar, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza, detalló: “La ciencia argentina empieza a ser más visible. Antes, cuando hablabamos de ciencia argentina poníamos a nuestros premios Nobel sobre la mesa. Ahora podemos poner otras cosas: podemos hablar de alimentos, herramientas para cuidar a nuestra población en la salud. Y eso es un enorme logro”.