Para el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, las marchas y movilizaciones de marzo contra el ajuste económico y las políticas de Cambiemos -como la de los docentes y las CTA- fueron “exageradas manifestaciones políticas e ideológicas” que buscan “entorpecer” la gestión de Cambiemos. Sin embargo, para Avruj la marcha del #1A en apoyo a Macri fue totalmente lo opuesto: “Fue un hecho muy positivo de civilidad", opinó el funcionario.
En declaraciones a la radio FutuRock, Avruj dijo que hay “una política de obstrucción a los cambios que este gobierno legítimamente elegido plantea. Este último mes vimos en forma exagerada manifestaciones políticas e ideológicas entorpeciendo la gestión del Gobierno". En contraste con las movilizaciones de marzo, el ministro elogió la marcha promovida por la alianza gobernante. "La del #1A fue una marcha importante por la cantidad de gente que se autoconvocó y por el formato que tuvo, sin ningún tipo de direccionamiento político ni intervenciones políticas partidarias. Fue un hecho muy positivo de civilidad y de apoyo a la institucionalidad", aseguró el secretario.
De la misma manera que criticó las movilizaciones opositoras, Avruj opinó que las marchas del 24 marzo de los últimos años estuvieron “altamente teñidas de lo político e ideológico”. “Está última llegó a su punto más alto, atravesando límites que jamás hubiésemos imaginado por parte de los organismos de DD.HH", dijo el funcionario y agregó: "El documento final de reivindicación de los grupos armados es un error (que no fue tal, como demostró Horacio Verbitsky en su columna dominal). Es una paradoja muy triste que en el día de la memoria, un día de contención de todos los ciudadanos, se termine reivindicando a los grupos armados".
“Se pasaron todos los límites. El acto del 24 dejó muchísima gente afuera", aseguró el funcionario, que prefirió distanciarse de las afirmaciones de Gónzalez Fraga, aunque defendió al Presidente. "No me hago cargo de lo que dice González Fraga. No me consta que haya ido gente a la que le pagaron. Está instalado en la sociedad argentina cuáles marchas son sostenidas con un aparato político, económico. Esto es lo que se planteó con la metáfora del choripán, que puede no ser la más agradable", defendió Avruj, para quien “hay gente que no está de acuerdo con usar el aparato de las organizaciones para movilizar."
El titular de Derechos Humanos evitó responder sobre Milagro Sala. "Lo de Sala está en el ámbito de la Corte Suprema, no corresponde que opinemos", dijo.