Más de una docena de personas vinculadas a una milicia de extrema derecha fueron detenidas y acusadas de planear el secuestro y posible asesinato de la gobernadora de Michigan, Estados Unidos, la demócrata Gretchen Whitmer, e “instigar una guerra civil”, informaron este jueves las autoridades federales.
Un tribunal federal de Michigan acusó a seis personas formalmente este jueves de conspirar para cometer el secuestro de la gobernadora y de otros funcionarios, por lo que se enfrentan a una condena de prisión perpetua. A su vez, el estado de Michigan imputó delitos relacionados con terrorismo a otro grupo de siete miembros de la milicia “Wolverine Watchman”, una organización con ideas de ultraderecha que fue infiltrada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Los miembros de la milicia habían adquirido armas, realizado vigilancias a la gobernadora en su domicilio y se habían entrenado para secuestrarla o asesinarla junto a otros miembros del gobierno estatal de Michigan antes de las elecciones del 3 de noviembre.
La fiscal general de Michigan, Dana Nessel, señaló en conferencia de prensa que los acusados pertenecían a la milicia “Wolverine Watchman”, tenían la intención de provocar una guerra civil en el país y se enfrentan a cargos relacionados con terrorismo y conspiración para cometer un secuestro.
El plan de los miembros de la milicia, que había sido infiltrada por informantes del FBI, era juzgarla por “traición” en un escondite en un lugar remoto de Wisconsin y no descartaban acabar con su vida. Nessel también aseguró que la conspiración para secuestrar a Whitmer, de 49 años, era una “amenaza seria y creíble”.
En tanto, Andrew Birge, fiscal federal del distrito oeste de Michigan, precisó que los seis hombres mencionados planeaban secuestrar a la gobernadora en su casa de vacaciones y que, para ello, vigilaron la residencia e incluso probaron un artefacto explosivo improvisado, que pretendían utilizar para desviar a la policía de la casa.
A su vez, el Departamento de Justicia puntualizó que fueron arrestados por agentes del FBI y la policía de Michigan el miércoles cuando se reunieron para “juntar fondos para explosivos e intercambiar equipo táctico”.
El pronunciamiento de Gretchen Whitmer
La gobernadora Whitmer agradeció a los agentes “que arriesgaron su vida para defender” la de su familia y criticó, sin nombrarlo, al presidente estadounidense, Donald Trump, por no haber rechazado de manera categórica la violencia de los grupos de ultraderecha durante los disturbios raciales que han sacudido todo el país y en los que algunas milicias han intervenido violentamente contra los manifestantes antirracistas.
“Cuando nuestros líderes se reúnen, envalentonan o fraternizan con terroristas domésticos, legitiman sus acciones y son cómplices”, manifestó la gobernadora en una declaración.
Más explícita fue la congresista demócrata Rashida Tlaib, de raíces palestinas, que recordó un tuit publicado por Trump el 17 de abril pasado en el que pedía: “¡Liberen a Michigan!”, supuestamente dirigido a militantes de extrema derecha que se oponían a las medidas de aislamiento y distanciamiento decididas por la gobernadora para frenar el coronavirus, y que habían ocasionado el cierre de la economía.
El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, rival de Trump en las elecciones del 3 de noviembre, afirmó en un comunicado que habló con Whitmer y elogió al FBI y a la policía “por su trabajo para prevenir este acto desquiciado por terroristas nacionales envalentonados”. Además, agregó que Trump “está dando oxígeno al fanatismo y al odio” en el país, por lo que “tenemos que detenerlo”.
Consultado si pensaba que el tuit de Trump animaba a milicias radicales como esta, Biden respondió afirmativamente. “Las palabras que pronuncia son importantes”, indicó el exvicepresidente, al tiempo que insistió en la amenaza que representan los supremacistas blancos para la seguridad del país.
La respuesta de Trump
Tras detención de las milicias y las declaraciones de Whitmer, el presidente Donald Trump decidió criticar el “trabajo terrible” de la gobernadora de Michigan durante la pandemia y se atribuyó el mérito de haber descubierto el complot contra la gobernadora, a la que además acusó de “desagradecida”.
“La gobernadora Whitmer de Michigan ha hecho un trabajo terrible. Cerró su estado para todos, excepto para las actividades de navegación de su esposo. El Gobierno federal brindó una gran ayuda a la gran gente de Michigan”, tuiteó Trump aludiendo a unas declaraciones del marido de la gobernadora.
“Mi Departamento de Justicia y la Policía Federal anunciaron hoy que frustraron un peligroso complot contra la gobernador de Michigan. En lugar de dar las gracias, ella me llama supremacista blanco, mientras que Biden y los demócratas se niegan a condenar a Antifa, los anarquistas, los saqueadores y las turbas que incendian ciudades gobernadas por demócratas”, agregó el presidente estadounidense.
Luego, continuó: “No tolero NINGUNA violencia extrema. ¡Defender a TODOS los estadounidenses, incluso a los que se me oponen y me atacan, es lo que siempre haré como su presidente!”.
Finalmente, terminó instando a Whitmer: “Abra su estado, abra sus escuelas y abra sus iglesias!”. Sin embargo, tanto los colegios como los templos de ese estado no están cerrados, según el periódico local Detroit Free Press.