El reconocimiento a Ofelia Fernández por ser la legisladora más joven de América Latina, con 20 años, trasciende las fronteras. La revista estadounidense Time consideró a la militante feminista como una de las diez líderes de la próxima generación y destacó que "está peleando para expandir los derechos de aborto". "Es de mucha emoción y valor para mí que hayan apostado por poner en ese lugar a mi recorrido", dijo Fernández a PáginaI12. "Soy el resultado de un movimiento histórico y generacional que demostró ser capaz de meterse de lleno en la agenda pública y diputar sus derechos a viva voz", se definió.
En un nota que Time publicó este viernes, la prestigiosa revista subrayó el rol de Fernández en el debate por la legalización del aborto en 2018, como dirigenta estudiantil, y cómo siguió su carrera para disputar lugar en las listas electorales en 2019. "Fue electa para la Legislatura de Buenos Aires en octubre de 2019, con solo 19 años. Ya era un ícono de la llamada ‘ola verde’ en la Argentina: el movimiento por el derecho al aborto que ha arrasado en el país y la región en los últimos años".
"Estamos acostumbradas a que no se nos regale nada, a tener que pelear colectivamente, para empujar representaciones más cercanas a las demandas impostergables que el movimiento feminista viene desarrollando", opinó, ante la consulta de este diario, sobre el lugar que Time le dio a la lucha de las mujeres en el país.
Sobre la experiencia de llevar al Congreso nacional el debate por la interrupción voluntaria del embarazo, la actual legisladora recordó: "En ese momento pensamos que, si ese era el nivel de capacidad, entrenamiento y experiencia en el Congreso, entonces nadie podía decir que no podíamos ocupar esos lugares nosotros mismos". "Todo el proceso fue como una clase de educación cívica al aire libre", explicó.
El protagonismo que asumió entonces Fernández, quien incluso participó del plenario de comisiones en Diputados, la llevó a ser una referente del feminismo y de la militancia juvenil. "Fue la mejor decisión de mi vida", dijo sobre la experiencia de formar parte del Frente de Todos para ganarle la elección a Mauricio Macri y sumarse a la Legislatura. "No quería ser responsable de que los cambios no ocurrieran. Que sigan retrasando las acciones que los jóvenes piden sobre el medio ambiente, sobre el feminismo”, enfatizó.
La publicación norteamericana también destaca el trabajo de Ofelia Fernández durante la pandemia. "Para muchos jóvenes de 20 años, los bloqueos por coronavirus han significado largas horas de clases universitarias remotas o viendo Netflix. Para la legisladora más joven de América Latina significó llevar Legislatura porteña al living de la casa de su mamá", compara. Desde ese mismo lugar, durante todos estos meses promovió leyes sobre educación sexual expandida, empleo y vivienda para personas trans, y entrenamiento de género para empleados municipales, entre otras.
Las otras nueve personas elegidas por la revista como los "líderes de la próxima genereación" son la jugadora de bádminton de la India Manasi Joshi; la pop star estadounidense Halsey; la boxeadora canadiense Kim Clavel; el diseñador holandés Bas Timmer; la referente trans del Reino Unido Munroe Bergdorf; el cantante de Nigeria Burna Boy; la científica australiana Emma Camp; la comediante estadounidense Ziwe Fumudoh; y el ingeniero tunecino Mohamed Dhaouafi.
El vínculo de Fernández con una parte de la prensa argentina es hostil, a pesar del reconocimiento que tiene en otros países. Un sector del periodismo, con figuras como Eduardo Feinmann y Baby Etchecopar, maltrata y difama a la legisladora. Si bien ella cree que "un poco disfrutan" los ataques, reconoce que "no llego sola, ni por mis propios méritos". "Tengo que recordarme a mí misma que hacen esto para que renuncie, pero también para desalentar a otras chicas que me ven y se sienten inspiradas para involucrarse en activismo estudiantil o política. Entonces, tengo que resistir", dijo a Time.
Ofelia sabe que el lugar que ocupa en la militancia juvenil carga con distintas responsabilidades. "Es una gran presión. Presto mucha atención y soy muy dedicada a intentar estar a la altura de lo que me toca", reconoce en diálogo con Página/12 en un viernes típico para ella: reuniones políticas y clases de la facultad por Zoom. "De todas maneras me van a demonizar, eso va a seguir pasando. Sé que me van a putear, pero también sé que van a dejar de hacerlo cuando les haya fallado a mis compañeros y compañeras, y a mis convicciones", cierra.
Informe: Antonio Riccobene.