Las reuniones del jueves y viernes con el Presidente Alberto Fernández le permitieron al gobernador Omar Perotti reforzar las medidas de distanciamiento que se extenderán hasta el 25 de octubre, con algunas pocas variantes --que no suponen incremento de circulación-- y que responden a una estrategia trazada por el gobierno nacional al comienzo de la pandemia cuando el foco de contagios estaba centralizado en el AMBA. La evolución epidemiológica que transformó a Santa Fe en el territorio más complicado en las últimas semanas motivó la postergación de algunas aperturas que estaban considerándose --como actividades náuticas, ampliación de horarios y factor ocupacional en bares y restaurantes-- que deberán esperar en el mejor de los casos un par de semanas.

La injerencia del gobierno nacional es determinante en las poblaciones que superan los 500 mil habitantes y por esa razón la discrecionalidad de las administraciones provinciales y locales se ve reducida a una mínima expresión. Esto en alguna medida quita presión a los gobernantes locales, ya que el decreto del Poder Ejecutivo Nacional es taxativo en cuanto a las restricciones dentro del Aislamiento Social Prevdentivo Obligatorio (ASPO), que dispuso Nación desde ayer para 18 departamentos, cinco de los cuales son de la provincia de Santa Fe, con Rosario a la cabeza. "Tenemos que pensar como restamos movilidad y evitamos gente en las calles", le dijo el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero en una reunión previa a los anuncios que Perotti compartió con Fernández, y apuntó a "priorizar el trabajo y la producción, sacándonos la idea del botón rojo o seguir hablando de fases", dijo el ministro coordinador. Lo cierto es que esa es la razón por la cual no habrá nuevas aperturas, mas allá de lo que tanto el gobernador como el intendente Pablo Javkin insinuaron en la últimas horas, sobre todo en torno a "abrir" el río o deportes individuales, lo que a criterio de los expertos hubiera provocado una avalancha incontenible durante el fin de semana largo que transcurre. La determinación del Presidente, en definitiva, les da el respaldo legal frente las presentaciones que se han realizado, fundamentalmente a través de recursos de amparo, para desatender los horarios de cierre o las limitaciones en la movilidad. El Presidente le dijo a Perotti que su compromiso es del mismo tenor que el que mostró cuando la crisis sanitaria estaba instalada en el AMBA y que en las próximas semanas la tensión estará en la zona centro, donde se estima que Córdoba verá un crecimiento de casos similar al que se observa en los últimos días en Santa Fe. En esta provincia se espera un amesetamiento que alivie el estrés sanitario, es decir que baje el alto nivel de ocupación de camas criticas, desde hace 10 días por encima del 90%. 

Como se trata de proyecciones que deberán verificarse día a día, el mandatario le hizo saber que "en el esquema de ASPO, si hay que endurecer más, endureceremos más", relató Perotti a Rosario/12. Junto con eso, el gobierno nacional aseguró el envío de 15 respiradores para ampliar la capacidad operativa, que se agregan a otros 10 que estaban "en reserva" como recambio ante algún desperfecto técnico, y que ahora estarán a disposición. No obstante estar abierta la alternativa de seguir sumando equipamiento, el recurso humano disponible es una limitante para tal efecto. Y ese fue otro de los temas de la reunión en la que se decidió continuar con las restricciones, ya que se seguirán incrementando los testeos a través del plan "detectar" haciendo hincapié esta semana en Rosario y Venado Tuerto, donde el viernes se produjo una escalada y los refuerzos de camas críticas apenas si pudieron evitar la saturación. 

Con el decreto firmado ayer por el gobierno, el intendente radical Leonel Chiavarella no debería seguir alentando la utilización del espacio publico o nuevas aperturas, que parecían ser su preocupación principal durante la visita del gobernador a mitad de semana. Perotti le hizo ver que se está utilizando el quirófano del hospital para habilitar nuevas camas de terapia intensiva con el objetivo de evitar el colapso en la ciudad. En contraste con la actitud del jefe comunal venadense, las comunidades de Firmat y Rufino hicieron aportes --inclusive económicos-- para aliviar la situación sanitaria que fue reconocida por las autoridades provinciales.

En cuanto a como seguirá esta historia, el gobernador se mostró cauto y alineado con el Gobierno nacional y destacó que "el Presidente está al frente de la situación". "Por eso fuimos el jueves y el viernes para estar junto a él y respaldar sus decisiones", agregó. 

Los próximos quince días serán claves para evitar el "botón rojo", al punto que en la Casa Rosada se especula con --si no baja el número de contagios y se sigue tensionando el sistema sanitario-- una semana de restricción absoluta pasada esta etapa, cerrando todo, al estilo del inicio de la pandemia, sin excepciones, lo que incluiría la industria, la construcción y otros rubros que están funcionando hace meses con los correspondientes protocolos. "Esperemos que no sea necesario, para eso hay que sacar a la gente de la calle, disminuir la circulación y por eso es que se han tomado estas medidas" concluyó Perotti.