El 11 de octubre se celebra el Día Internacional de la Niña, una fecha que nos convoca a reflexionar y a visibilizar los muchos desafíos pendientes a nivel mundial para garantizar el pleno goce de sus derechos.
Las niñas presentan una doble condición de vulnerabilidad, en primer lugar por su edad, y en segundo lugar por su género. Esto, que tantas veces repetimos, tiene correlatos muy concretos en la vida cotidiana de millones de niñas y adolescentes.
A medida que crecen, las niñas y adolescentes padecen a lo largo de su vida las desigualdades de acceso y respeto de sus derechos que también están determinados por la condición social, cultural y geográfica donde se desarrollan
Al respecto existen estudios de UNICEF y otros organismos nacionales e internacionales de protección respecto del acceso a la educación y la distribución de tareas de cuidado y labores domésticas en el hogar. Son las niñas quienes tienen las mayores tasas de abandono escolar en la secundaria, quienes tienen mayor exposición a enfermedades de trasmisión sexual y tasas de malnutrición, quienes experimentan mayores obstáculos para la inserción laboral, cuando alcanzan la edad para hacerlo, o para cuestiones que pueden resultar tan basicas como necesarias como el acceso a productos de higiene íntima.
Un dato significativo es que en la primera infancia las niñas y niños son víctimas por iguales de violencias y abusos sexuales pero a medida que crecen, aumenta la victimización de niñas y adolescentes con relación a los varones, lo que indica un aumento de riesgo de padecer violencia sexual por el género además que por la edad. Se calcula que 1 de cada 20 niñas entre 15 y 19 años en el mundo fueron o son víctimas de abuso sexual.
A modo de ilustración, un análisis de las intervenciones realizadas en la Sala de Entrevistas Especializada del Ministerio Público Tutelar revela que, entre niñas y niños de 3 a 5 años, un 53% son varones y un 46% son mujeres. Entre 6 y 12 años, este porcentaje asciende a 77% mujeres y 22% varones. Entre adolescentes mayores de 13 años, el 86% de las entrevistas son realizadas a mujeres. En total, más del 80% de las declaraciones por abuso sexual corresponden a niñas y adolescentes mujeres.
En los últimos años nuestra sociedad ha logrado, en mayor medida, visibilizar las vulneraciones de las que las mujeres somos víctimas en lo cotidiano, sea en cuanto a violencia de género, inserción laboral, acoso, acceso a la educación superior, distribución de tareas de cuidado.
Sin embargo, es poco lo que se habla aun de la situación de especial vulnerabilidad que viven las niñas y adolescentes mujeres, que, al ser personas en crecimiento, en desarrollo de sus emociones y su personalidad, se encuentran en posición de mayor riesgo y potencial vulneración de sus derechos.
El primer paso para proveer la protección específica que necesitan y a la que tienen derecho, es reconocer estas particularidades, visibilizar su situación y comprometer al Estado y la Sociedad en encontrar el camino para hacerlo realidad. Las niñas y las adolescentes no pueden, ni deben, seguir esperando.
Yael Bendel es asesora general del Ministerio Público Tutelar de la CABA