Apenas siete días separan a Bolivia de las elecciones en las que se elegirá al nuevo presidente luego de las frustrados comicios de octubre de 2019 y el posterior golpe de Estado contra Evo Morales. Las campañas se intensificaron este domingo y aunque los actos masivos están restringidos por la pandemia de la covid-19, muchos candidatos se valieron de caravanas de vehículos y caminatas, entre otras actividades. Luis Arce, candidato a presidente del Movimiento al Socialismo (MAS), se mantiene como favorito en todos los sondeos seguido por el expresidente Carlos Mesa. De acuerdo a la última encuesta a nivel nacional, Arce está a un punto y medio de alcanzar el triunfo en primera vuelta, aunque el escenario sigue abierto si se considera que hay un elevado porcentaje de votantes indecisos. El expresidente Jorge "Tuto" Quiroga anunció este domingo que se retira de la carrera presidencial. Su intención de voto oscilaba entre el uno y el dos por ciento.
En los últimos días aumentó la tensión en el país con enfrentamientos entre militantes de distintos partidos y ataques a la sede de la Fiscalía General en los que estuvo involucrada la fuerza de choque conocida como Resistencia Cochala. La creciente espiral de violencia llevó a que la Unión Europea, Naciones Unidas y la Iglesia católica boliviana publicaran un documento conjunto por el "clima de confrontación política" que atraviesa el país. "Preocupa que estas nacientes muestras de violencia se vayan atando a una estrategia de grupos fascistoides que buscan la generalización de la violencia en la perspectiva de detener el proceso electoral en curso", aseguró el sociólogo Juan Carlos Pinto en diálogo con PáginaI12.
"Ganar en primera vuelta"
Luis Arce visitó la Feria 16 de Julio en El Alto, donde mantuvo firme su convicción de que el MAS triunfará el 18 de octubre. "Todo apunta a que vamos a ganar en primera vuelta porque somos mayoría, somos del pueblo, somos así nosotros, sabemos la vida cotidiana, sabemos las necesidades del pueblo", dijo el exministro de Economía del gobierno de Evo Morales. El candidato del MAS sigue liderando los sondeos, con un 42,9 por ciento de los votos válidos, frente a un 34,2 por ciento de Carlos Mesa y un 17,8 por ciento de Luis Fernando Camacho.
Ese escaso margen que Arce necesitaría para triunfar lo podría conseguir con el voto en el extranjero, que en todas las últimas elecciones fue mayoritariamente masista y representa poco más del tres por ciento del padrón electoral. Según la última encuesta difundida por el colectivo Tu Voto Cuenta, Arce está a apenas 1,3 por ciento de ganar la elección en primera vuelta (para ganar en primera vuelta se debe obtener el 50 por ciento más uno de los votos, o al menos el 40 por ciento con una ventaja de diez puntos porcentuales por encima del segundo más votado).
Aunque según la misma encuesta, existe un 9,9 por ciento de indecisos sumado a un 12 por ciento entre voto en blanco y nulo. "En general todas las encuestas se aproximan a un escenario en que los resultados van a ser bastante ajustados. Yo no sería tan categórico en decir que Arce va a ganar en primera vuelta o habrá segunda vuelta sí o sí. Lo que si veo es que será un final ajustado y por lo tanto abierto", sostuvo el politólogo y docente Marcelo Arequipa ante la consulta de este diario.
El factor Camacho
Con respecto a la primera encuesta de Tu Voto Cuenta, cuando la presidenta de facto Jeanine Áñez todavía era candidata por el espacio Juntos, Mesa creció en un ocho por ciento de intención de voto. Aunque muchos ojos están puestos sobre Luis Fernando Camacho, de la alianza Creemos, que aparece tercero en las encuestas en su primera participación en una contienda electoral. Se espera que el líder cruceño consiga un apoyo abrumador en Santa Cruz, la región más poblada de Bolivia y la que lideró la protesta de 21 días que derivó en la salida del poder de Evo Morales.
Uno de los que oficializó mediante una carta el pedido a Camacho para que se retire de los comicios fue el actual director de Movimientos Sociales, Rafael Quispe. La presión también creció en las redes sociales, como parte de una campaña cuyo único objetivo es la definitiva derrota del MAS. Pero tanto Camacho como los dirigentes de Creemos rechazan las encuestas y aseguran que tienen mejores números, por lo que no se les cruza la idea de declinar la candidatura. "No creo que Camacho se baje porque eso significaría declinar una candidatura que está yendo de menos a más. Se está disputando el liderazgo regional de Santa Cruz, y eso es muy importante para su futuro político", manifestó al respecto Arequipa.
El rebrote de la violencia
Como no había ocurrido en campañas previas, organismos internacionales como la ONU y la Unión Europea informaron que ya se registraron al menos 46 incidentes durante los actos de diferentes partidos. El sábado, la Defensoría del Pueblo llamó a "preservar los derechos humanos y el sentido pacífico y festivo" de los comicios. El régimen ya aseguró que las fuerzas armadas y la policía boliviana están reforzadas para evitar posibles manifestaciones del MAS.
"La preocupación se va a ver reflejada en la medida en que se den resultados muy ajustados. En ese caso vamos a ver tensión. ¿Y quién puede activar mas fuertemente esa tensión? El MAS. Con todos los golpes que ha recibido el masismo de parte del actual gobierno e incluso medios de comunicación alineados, va a ser muy complicado administrar el escenario", planteó Arequipa. Por su parte, Pinto destacó que la ciudadanía y las organizaciones deben tener un "plan B" para que se pueda enfrentar la posibilidad de un "nuevo golpe de Estado que no sólo busque invalidar las opciones populares, sino sobre todo sostener los privilegios de los golpistas".