Desde Londres
En un mensaje al parlamento y en una conferencia de prensa posterior, el primer ministro Boris Johnson anunció un nuevo sistema con tres niveles de restricciones sociales para evitar un regreso al confinamiento total. En medio de un fuerte debate y de amenazas de desobediencia en el norte de Inglaterra, el premier británico buscó ocupar una posición intermedia entre los que quieren eliminar toda restricción y los que proponen un confinamiento nacional. “Los casos se cuadruplicaron en las últimas tres semanas. Tenemos más casos con Covid en los hospitales hoy que cuando comenzamos en marzo el confinamiento nacional. Están los que dicen que, precisamente por esta razón, deberíamos volver al confinamiento total cerrando la economía, las escuelas y pidiendo a la población que se quede en las casas. No creo que esto sea lo mejor. Por otro lado están los que proponen terminar con las restricciones. Tampoco es la política correcta”, señaló el líder conservador en la Cámara de los Comunes.
El nuevo sistema de niveles depende del número de infecciones por 100 mil habitantes. El nivel 1, el más leve, abarca a las zonas con menos de 100 casos por 100 mil habitantes y refleja las restricciones existentes hoy en día a nivel nacional. La llamada “rule of six” establece un límite máximo de seis personas para las reuniones sean puertas adentro o en lugares públicos.
En este nivel, calificado de alerta “medio”, se mantendrá una apertura casi total (con excepciones contadas como el teatro o los espectáculos deportivos) manteniendo las medidas de seguridad de la nueva normalidad (tapabocas, separación entre mesas de los locales). Los Pubs, restaurantes y cafés cerrarán sus puertas a las 10 de la noche.
Las localidades con más de 100 casos por 100 mil habitantes estarán en el nivel 2 calificado de “High Alert” . En este nivel no se permitirán las reuniones en las casas de personas de distintos hogares. En público se mantendrá la "rule of six". Las bodas tendrán un límite de 15 participantes al igual que los funerales.
El nivel tres es de “Very High Alert” y contempla el cierre de pubs, restaurantes, cafés y el resto de lugares de entretenimiento, pero mantiene abierto el sistema escolar y las actividades fabriles. Las reuniones sociales fuera del núcleo hogareño también están prohibidas. Es el paso previo a lo que Boris Johnson ha denominado en otros discursos la “opción nuclear”: el confinamiento total.
La propuesta de Johnson será debatida este martes y votada el miércoles en la Cámara de los Comunes. Johnson tiene una mayoría de 80 escaños en el parlamento y solo una improbable alianza de la oposición laborista con una igualmente nutrida rebelión de conservadores podría evitar que el sistema entre en vigor el mismo miércoles a la medianoche.
La mayoría de los conservadores rebeldes pertenecen al campo de los que quieren eliminar las restricciones y pasar a la inmunidad de rebaño y el cuidado selectivo de los grupos de riesgo con un confinamiento total de los mayores. Los laboristas, en cambio, apoyan el confinamiento, pero son críticos y escépticos respecto a la política oficial.
Una alianza entre ambos campos luce imposible. La fuente de rebelión más peligrosa para el gobierno es una desobediencia civil y municipal del norte de Inglaterra.
El Reino desunido
Los casos en el norte se vienen duplicando mientras que en Londres, por ejemplo, están estancos. La tasa R de reproducción de contagios, que depende del número de infecciones y su capacidad de multiplicarse en el resto de la población, es de 1,37 en Yorkshire, norte del país. En Londres es 0,97.
El Reino Unido tiene dos países: un norte empobrecido y desindustrializado y un sur afluente y hegemonizado por el sector financiero y de servicios. A esta fisura económico-social se suma un sistema de gobierno centralizado – unitario diríamos en Argentina – en el que las decisiones locales se toman en Westminster con escasa o nula consulta y cooperación con las regiones.
El Coronavirus está exponiendo como nunca los puntos de fractura de este sistema. Una buena parte del norte debería entrar automáticamente en fase 3 a partir del miércoles dado el número de casos acumulados en la última semana. Nottingham tiene 734 por 100 mil habitantes, Liverpool 528, Newcastle 478 y Manchester 427. Estos y otros municipios del norte han forjado una alianza informal para oponerse a un confinamiento de fase 3 salvo que haya un considerable apoyo económico a cambio.
En un intento de frenar la rebelión, Johnson indicó que había negociaciones con las regiones para llegar a un acuerdo. “Estamos en negociaciones con líderes del noroeste, noreste, de Yorkshire y Humber. Sabemos que es difícil. Y que hay serios dilemas, pero no podemos permitir que se caiga el sistema nacional de salud cuando hay tantas vidas en juego”, dijo Johnson.
Aún en caso de un acuerdo que evite una fisura nacional, nadie sabe si este nuevo sistema de tres niveles será suficiente para evitar el continuo aumento de casos de la pandemia. El viernes el matutino The Guardian publicó unas explosivas declaraciones anónimas de miembros del SAGE, el equipo de asesores científicos del gobierno. Según estos expertos, hace tres semanas el nuevo sistema habría sido efectivo: a esta altura de los acontecimientos no contendrá el número de contagios. En tal caso, ¿se atreverá el gobierno a activar la "opción nuclear"?