El dólar financiero terminó la semana pasada en niveles record. El contado con liquidación cotizaba en las últimas horas del viernes a 155 pesos y el tipo de cambio paralelo se operaba a 167. El fin de semana largo dio algo de aire en el mercado cambiario y existe una gran expectativa sobre cómo responderá el dólar en los próximos días.
La segunda mitad de octubre será clave para ver cómo reacciona el mercado ante las distintas medidas del Gobierno en el último mes. Desde el 15 de septiembre – cuando se anunciaron los cambios en la estrategia cambiaria- la volatilidad fue en aumento.
Los indicadores financieros mostraron en los últimos 30 días un fuerte desgaste. La cotización del tipo de cambio financiero (contado con liquidación) se elevó 25 pesos (de 130 a 155 pesos). El precio del paralelo saltó 36 pesos y el riesgo país subió 250 puntos.
Apuesta oficial
Los funcionarios piensan que con el refuerzo de medidas lanzado el 1 de octubre la tendencia cambiará en la medida que pasen las semanas. La lógica es la de una pulseada. Entienden que en el momento que el mercado se dé cuenta que hay reservas suficientes para intervenir con 20 o 30 millones de dólares por día se frenará la corrida.
En el equipo económico consideran además que esta semana empezarán a sentirse los impactos de las últimas medidas para impulsar la oferta de divisas.
Principalmente se espera que empiecen a ingresar durante las próximas jornadas los dólares de las declaraciones de exportación presentadas la semana pasada por 550 millones de dólares.
La lectura del mercado es distinta. El planteo es que los últimos anuncios como la baja de las retenciones no son suficientes para impulsar al complejo agropecuario a acelerar el ingreso de dólares. El planteo es que una reducción de 3 puntos de los impuestos parece poco frente al nivel de la incertidumbre y la gimnasia del agro para acaparar su producción.
Baja de retenciones
Uno de los consultores con menos optimismo en este punto fue Walter Graziano. “Los productores agropecuarios suelen ahorrar de dos maneras: o bien comprando dólares o bien acumulando parte de su producción en forma de granos en silos”, planteó.
El economista aseguró que con una baja de 3 por ciento de las retenciones los exportadores siguen sin incentivos a liquidar. La cuenta que hace es simple: indica que previo a los controles cambiarios los exportadores tenían una retención del 20 por ciento y por lo tanto por cada dólar que liquidaban podían recomprar 80 centavos de dólares.
Ahora comparan esa cifra contra una retención del 30, un dólar para liquidar de 80 pesos y un tipo de cambio para recomprar lo que liquidaron por encima de 150 pesos. El resultado es que por cada dólar que liquidan pueden recomprar menos de 40 centavos. Por ello asegura que el anuncio de reducir un par de puntos las retenciones es homeopático.
Los consultores que apuntan en esta línea –y proponen por ejemplo bajar a la mitad el impuesto a los exportadores en forma de shock- lo que no plantean es qué hacer con la inflación.
Precios internos
El principal problema de recortar mucho las retenciones a las ventas de las materias primas de alimentos no es solamente que se potencia el desequilibrio fiscal sino que puede tener impacto para acelerar la inflación. La dinámica de los precios es una de las principales presiones que tiene que enfrentar el equipo económico en los próximos meses.
La brecha cambiaria no colabora con este problema. Para algunos analistas comienza a generar tensiones sobre el proceso inflacionario. Marina Dal Poggeto de EcoGo dijo que “los datos de septiembre que proyectamos muestran que el traslado a precios (de la brecha) empieza a operar con una tasa de inflación del 2,6 por ciento, precios libres creciendo arriba del 4,5 por ciento y precios dolarizados al 10 por ciento, replicando la dinámica de agosto”.
La consultora agregó que “en las primeras mediciones de octubre observamos alguna aceleración en esta dinámica en un contexto donde la disparada de la brecha cambiaria está tornando enormemente dificultoso fijar precios de insumos básicos”.