María Florencia Bordón tenía 8 años cuando su hermano mayor, Sebastián Bordón, de 18, fue hallado sin vida en San Rafael, Mendoza, asesinado por agentes de la policía local. Al cumplirse 23 años de su muerte, su hermana le rindió homenaje apelando a sus recuerdos de niña: “Cuánto sonreías, cuán abrazado estabas a la vida, lo divertido que eras”. El video en el que habla de su hermano fue difundido como parte del recordatorio organizado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, una actividad virtual de la que participaron Miriam Medina, la mamá de Sebastián, y otras madres de víctimas de la violencia institucional.

Del acto virtual participaron la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, el secretario de DDHH Horacio Pietragalla; acompañando a la mamá de Sebastián estuvieron Rosa Bru, mamá de Miguel Bru, desparecido por la Policía Bonaerense; Dolly Sigampa, mamá de Ezequiel Demonty, asesinado por la Policía Federal; Laura Berín, de HIJOS San Rafael y Mariano Przybylski, director nacional de Prevención de la Violencia Institucional.


Cronología de un homicidio brutal

El 27 de septiembre de 1997, Sebastián Bordón llegó a El Nihuil, en San Rafael, en viaje de egresados, junto con otros alumnos de las escuelas 4 y 13 de la localidad bonaerense de Moreno. Con el correr de los días, el joven experimentó algunos problemas psicológicos, motivo por el cual tuvo que ser medicado. Durante una visita a Las Leñas y El Sosneado, entró en una crisis emocional y los docentes a cargo lo dejaron en manos del comisario Carlos Plácido Escobar.

El policía lo llevó al destacamento de El Nihuil, de donde se escapó luego de golpear a un policía. Lo salieron a buscar tres agentes, el chico recibió una violenta golpiza. El 2 de octubre, cuando Miriam y Luis Bordón, los padres de Sebastián, viajaron a Mendoza para buscar a su hijo, el chico no aparecía, la policía mentía. El 12 de octubre, el cuerpo apareció en un barranco del Cañón del Atuel, a dos kilómetros de la casa policial donde lo habían encerrado luego de la golpiza. Lo encontró el baqueano Juan Cruz Poblete.

En el video, María Florencia dice, como si estuviera hablando con su hermano: “Es increíble que te dejaran morir de sed y hambre por haberte dado un golpe en la cabeza que te dejó en coma”. 

Sebastián era hincha de Racing y quería ser periodista deportivo. “Quien iba a decir que las profesoras te iban a dejar en un destacamento policial porque querían seguir de joda y no esperaron a que papá llegara para buscarte".

En el juicio realizado en el año 2000, se determinó que a Sebastián lo golpearon los policías Daniel Gómez, Abelardo Cubillos y Roberto Gualpa, con la complicidad de Hugo Trentini, a cargo de la comisaría 38. Las condenas fueron de diez años para Gualpa y Cubillos, de doce años para Gómez y de quince años para Trentini. Al policía Esteban Merelo y a la parapsicóloga Amanda Ledesma les aplicaron dos años de pena por el delito de encubrimiento.


Acto en La casita de Sebastián

Como parte del recordatorio, el lunes se hizo un acto en el lugar donde apareció el cuerpo, mientras que entre martes y miércoles se realizarán jornadas de vacunación en La Casita de Sebastián, en Moreno, un sitio de trabajo y asistencia comunitaria construido en homenaje al joven asesinado hace 23 años. 

Miriam Medina, la mamá de Sebastián, se ha convertido en un emblema de la lucha contra la violencia institucional. En este nuevo aniversario, le dijo a Página/12 que después de mucho tiempo su hija María Florencia “pudo poner en palabras todo lo que vivió, a los 8 años, con el asesinato de su hermano”. La joven, que hoy tiene una hija de 6 años, recuerda que Sebastián era quien la cuidaba en ausencia de Miriam, quien trabajaba como docente a doble turno.

Miriam Medina sostiene que su lucha es “para que todos tengamos una policía democrática, que cuide al ciudadano y una justicia que sea para todos”. En agosto de este año, la mamá de Sebastián expresó su rechazo a la decisión judicial que le otorgó la prisión domiciliaria a Hugo Ramón Trentini, el policía condenado en el 2000 a 15 años por el asesinado de Sebastián Bordón, y en 2017 a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad.