El caso del helicóptero contratado por la ex gobernadora María Eugenia Vidal y que apareció en Paraguay gira en torno a la fuga de un líder del Comando Vermehlo, Jorge Teófilo Samudio, conocido como Samura. Los fiscales suponen que el narco huyó con alguno de los aparatos que se encontraron en el hangar de Areguá, en el que apareció el Robinson 44 ploteado como de la Policía Bonaerense. El dato asombroso es que el ex ministro de Justicia paraguayo Julio Javier Ríos, que tuvo renunciar por la fuga de Samura, ahora se presentó como abogado de los dueños del hangar.
Los fiscales Alicia Sapriza y Marcelo Pecci llegaron al hangar de Areguá investigando justamente la fuga de Samura y la actividad del Comando Vermehlo en el mundo de la droga. En el hangar se encontraron ocho avionetas y el helicóptero que fue parte de un contrato por 102 millones de pesos pagados por la administración de Vidal a un amigo de Mauricio Macri, Leonardo Spokojni. El gobierno bonaerense dejó vencer los mantenimientos de la flota de helicópteros de la policía y, con la excusa de que estaban impedidos de volar, contrataron a una empresa privada, Beech Flying, la misma que hizo el transporte durante la campaña electoral de Macri.
Lo asombroso es que este lunes apareció en escena Julio Javier Ríos, que era ministro de Justicia de Paraguay justo cuando escapó Samura. Ríos se presentó como abogado de los dueños del hangar. El exministro tuvo que renunciar porque la fuga de Samura fue un escándalo, con la consecuencia, además, de la muerte de un comisario, Félix Ferrari, durante el operativo en que un grupo del Comando se llevó a su líder. La sospecha es que Samura pasó por el hangar y completó la fuga con un aparato que estaba allí. En ese momento, Ríos estaba de viaje por el exterior y tuvo que presentar la renuncia por mail.
Por ahora, las autoridades paraguayas no se pusieron en contacto con las argentinas para saber por qué el helicóptero estaba en Paraguay. Beech Flying afirma que fue a hacer un mantenimiento, pero tenía una autorización para quedarse en el país vecino de sólo ocho días y hace un año y medio que está en Paraguay. Las autoridades guaraníes afirman que entró legalmente al país y que, por ahora, no pueden más que atribuirle una infracción por exceder el plazo de permanencia.
Sin embargo, la versión que investigan los fiscales es que el Robinson estaba a disposición de movimientos clandestinos e ilegales, razón por la cual se hizo el allanamiento. La empresa de Spokojni niega toda relación con delitos. El condimento es que ahora aparece como abogado el ex ministro al que se le adjudica responsabilidad en aquella huida de Samura y, para redondear, también se investigan indicios de que el aparato estaba preparado para fugas aún más importantes, de ex funcionarios con pedidos de extradición de Brasil.