“El peronismo está secuestrado por Cristina Fernández de Kirchner hace más de 10 años y eso hace que esté cooptado por la irracionalidad", dijo Mauricio Macri en su primera entrevista a un medio argentino desde que dejó la presidencia.
No hay antecedentes en democracia de que un dirigente político argentino, para más datos, un expresidente, opinara así de otra fuerza política. El único precedente que se registra se produjo durante la última dictadura cívico militar, cuando Jorge Rafael Videla se refirió en términos similares acerca del movimiento que fundó Juan Domingo Perón.
En diciembre de 1979, el dictador brindó una conferencia de prensa televisada en la Casa Rosada. Jorge Monti, entonces acreditado de La Nación en Gobierno, le recordó a Videla declaraciones previas según las cuales "si el partido peronista se organiza como un partido político con responsabilidad ciudadana, tendrá cabida como cualquier otro partido, en tanto adecúe sus hombres y sus ideas a un régimen de democracia plena".
"¿Usted cree que un partido basado en el culto a la personalidad y, por lo tanto esencialmente antidemocrático, tiene derecho a participar en un sistema democrático?", preguntó Monti.
Videla sonrió y contestó que la respuesta estaba implícita en la misma pregunta. "Usted dio la respuesta. Si se mantiene en esa tesitura, de un culto a la personalidad, de un culto a la demagogia, no es justamente un partido organizado responsablemente para vivir en democracia".
Videla amplió sus conceptos y agregó que "tal cual estaba organizado", el peronismo "no tendría cabida" en una eventual democracia, aunque no descartó que alguno de sus militantes pudiera ejercer sus derechos si modificaba su conducta. "El hombre que militó en el peronismo, si adecúa sus ideas en lo individual, si se agrupa en un sistema partidario democrático, no totalitario, no demagógico, no personalista, ese hombre, por el hecho de haber militado en el peronismo no puede estar exento e imposibilitado de participar en la vida política", matizó el dictador.
Aquella conferencia resultó memorable por la pregunta de José Ignacio López. El entonces periodista de Noticias Argentinas y futuro vocero presidencial de Raúl Alfonsín inquirió sobre el reclamo del Papa Juan Pablo II respecto de los desaparecidos, lo que derivó en la escalofriante respuesta de Videla, para quien "el desaparecido, mientras siga desaparecido, es una incógnita, no está ni vivo ni muerto".
Jorge Monti murió en 1997, en democracia, lo mismo que Videla, quien falleció preso en 2013, después de haber sido condenado por delitos de lesa humanidad.