Fue una cena de “camaradería PRO” a medias. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, y sus dos vicejefes Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, se reunieron ayer por la tarde-noche en el Anexo de la Cámara de Diputados con el grueso de la tropa de diputados macristas para comenzar a analizar la estrategia electoral y los objetivos parlamentarios del oficialismo para este año cruzado por la elección legislativa de octubre, temas de los que los legisladores PRO tienen escaso conocimiento. Hasta último momento estuvo en duda la presencia del presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, que mantiene un enfrentamiento con Peña por la estrategia electoral que hasta ahora trazó el Gobierno. Finalmente, Monzó fue de la partida pero no se quedó al asado, del que tampoco se conocía si incluía choripán. 

El encuentro fue pactado durante el último informe que Peña rindió en la Cámara baja. Los diputados que lo gestionaron tuvieron como objetivo estar más cerca de los hombres que diseñan la estrategia del Gobierno junto al presidente Mauricio Macri. Pero fundamentalmente para acceder a información que escasea entre los legisladores PRO.

Peña fue al encuentro no solo en su rol institucional sino en su papel de estratega del oficialismo. El jefe de Gabinete empujó la idea de confrontar con el kirchnerismo –como lo hizo en el recinto de Diputados– que a su juicio rinde frutos y lo asoció con el respaldo que recibió el Gobierno con la movilización “oficialista” del sábado en Plaza de Mayo. 

El jefe de Gabinete consideró que ese es el camino a seguir también en el ámbito legislativo. A pesar de que el Ejecutivo quiere paralizar el Congreso en el año electoral, también empuja sus propias iniciativas de confrontación: por un lado el propio Presidente afirma que el Parlamento debe discutir la situación de Venezuela para azuzar el fantasma chavista y por el otro promueve el proyecto oficial para crear el instituto de calidad educativa para contraponerlo a la disputa salarial docente. Pero los diputados también expusieron lo suyo. Dieron un panorama en cada uno de sus distritos, muchos de cuyos análisis no fueron lo auspicioso que aspira el oficialismo.