Después de meses de discusión entre Nación y Ciudad el Gobierno porteño logró su cometido: consiguió que los medios saquen la foto de un grupo de chicos dentro de una escuela porteña en medio de la pandemia de coronavirus. Fue este martes con grupos de alumnos de sexto año de dos escuelas técnicas --la número 35 y la número 27, del distrito 18-- que retomaron la presencialidad. Si bien en diálogo con este diario desde el ministerio de Educación porteño aseguraron que "el balance de la jornada fue muy bueno, se pudo cumplir con el protocolo y los chicos y docentes estaban muy entusiasmados", los protagonistas no opinaron lo mismo. Uno de los profesores de la escuela 35 que estuvo frente a los alumnos afirmó a Página/12 que "el protocolo no se cumplió porque abrieron un lugar al que supuestamente iban a asistir diez personas, pero entre periodistas, supervisores y gente del gobierno de la Ciudad, había más de 50". Los gremios docentes UTE y Ademys iniciaron paro y retención de tareas por dos días.
Además, aseguraron que "no hubo criterios pedagógicos claros", que los docentes realizarán una doble tarea porque tendrán que seguir dando clases virtuales al resto de sus alumnos, y que, al no ser obligatorio, los chicos que estaban desconectados no fueron justamente los que asistieron. Según adelantaron desde el gobierno de la Ciudad, esta semana abrirán once escuelas secundarias más, "la mayoría de técnicas y algunas medias", y la semana que viene otros 190 establecimientos educativos, entre los que habrá colegios primarios.
"Bueno listo, ya está. Tengo que dar clases", le dijo un docente de la escuela 35 a las decenas de camarógrafos que no lo dejaban comenzar. "El profesor es muy tímido", se burlaron al aire los noteros del canal Todo Noticias que se encontraban registrando a los chicos y no apagaban sus cámaras. Con respecto a los permisos que cualquier persona tendría que tener para filmar o registrar alumnos dentro de una escuela, Cristina Rubio, secretaria de escuelas técnicas del sindicato docente UTE y profesora del colegio Otto Krause, indicó que "si bien los chicos de quinto y sexto año tienen entre 18 y 19 años, igual tendrían que haber aprobado que su imagen se haga pública. Lo cierto es que ni yo, ni ninguno de los docentes que conozco, tuvo acceso a ningún documento firmado para la promoción de las imágenes de los alumnos".
"Estuve dando clases a la tarde. A la mañana fue un grupo de nueve alumnos de la especialidad de automotores y estuvieron al sol en el patio hasta que se fueron las cámaras de televisión y se metieron adentro, porque hacía mucho calor y no se podía estar", cuenta Daniel, docente de la escuela 35. "La primera parte de la jornada, que fue la que salió en la tele, la hicieron afuera, pero después se dieron cuenta de que a las 12 del mediodía las clases se hacían inviables. Entonces, ante los reclamos, los funcionarios porteños salieron a comprar un par de sombrillas de forma improvisada. Eso no alcanzaba a cubrir a todos y, al darse cuenta de que no podían quemar a los chicos como si fueran pollos, decidieron entrarlos al pasillo del taller", detalló Rubio el insólito "protocolo".
Si bien este martes el Ministro de Educación de Nación, Nicolás Trotta, dijo que en la Ciudad "no están dadas las condiciones para un regreso a clases presenciales" y aclaró que por el momento se avanzará solo con "actividades educativas no escolares", Mariano, docente de una materia específica sobre motores de la escuela 35, aseguró que ni él ni sus compañeros tienen la formación ni los recursos necesarios para realizar una actividad "recreativa" o "artística", como dicen los protocolos de Ciudad.
"Yo puedo enseñar sobre motores de combustión interna y si me pones delante de diez chicos lo que sé hacer es darles clases. Me puedo poner a charlar con ellos, pero ¿vamos a hacer todo esto solo para que charlemos? Es un riesgo enorme y no le encuentro mucho sentido pedagógico", aseguró el docente. El vive con una persona de 88 años que es paciente de riesgo y asegura que la situación le pareció por demás peligrosa por el tumulto de gente. También aclaró que no tuvo a sus alumnos, sino que le tocó un curso de otro turno, ya que muchos docentes no pueden asistir por ser mayores de 60 o tener alguna enfermedad. Por otra parte, aseguró que no tienen información de cómo continuará la situación y que todos tienen mucha incertidumbre.
Los trabajadores de la educación repiten una y otra vez que esto no es "un regreso a las clases", porque ellos nunca dejaron de trabajar. El problema es que ahora, esta vuelta a la presencialidad para algunos grupos de alumnos, se sumará al trabajo virtual que vienen realizando desde marzo: "En mi caso tengo 70 alumnos y a la clase vinieron diez. Llego a mi casa y tengo que volver a dar lo mismo para los 60 que faltan", indicó Mariano. "Y, como no la asistencia no es obligatoria, los chicos que teníamos desconectados no son los que asistieron este martes al patio de la escuela", observó.
Rubio alertó sobre un problema a corto plazo: "para esta primera jornada desde Ciudad mandaron de todo porque abrieron solo dos escuelas: había alcohol, 120 máscaras para 15 personas y, cuando pegó mucho el sol, sombrillas que compraron de apuro porque estaban todas las cámaras filmando. El problema va a ser el 26 cuando quieran abrir todas las primarias, secundarias y técnicas", reflexionó con preocupación.
"Nuestra advertencia es que no estén dadas las condiciones mínimas de seguridad e higiene", dijo, y como ejemplo explicó que este martes fueron docentes a la escuela técnica 30 del distrito 2 a repartir alimentos y, si bien según el cronograma ahí se retomarán las clases el jueves, "estaba todo sucio". "No creemos correcto que los chicos vuelvan a las escuelas. Exigimos que les entreguen las computadoras y que los docentes podamos seguir dando clases como lo venimos haciendo hasta ahora, de forma virtual. Avanzar con esta semipresencialidad circense no sirve a nadie de la comunidad educativa", concluyó la docente.
Informe: Melisa Molina