Una inédita transmisión del partido en que Brasil venció 4-2 en Lima a Perú por las Eliminatorias Sudamericanas llevada adelante por el minúsculo canal estatal TV Brasil incluyó elogios al presidente Jair Bolsonaro y agradecimientos al Gobierno, en una novedosa situación respecto a la selección brasileña, con la gigante privada TV Globo alejada de nuevos contratos para transmitir fútbol.
El Gobierno y la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) decidieron a último momento acordar la transmisión por la TV estatal del Gobierno federal porque ninguna emisora quiso comprar los derechos, lo cual iría contra la Ley Pelé, que obliga a la TV abierta a pasar los partidos de la selección por ser de interés general.
La cadenaTV Brasil forma parte del grupo de medios públicos que Bolsonaro quiere privatizar, pero en la noche del martes sirvió como salvavidas para la transmisión del partido, aunque se desconocen los números de la operación.
"Un abrazo especial al presidente Bolsonaro que está mirando el partido. El presidente es hincha de Palmeiras en San Pablo y de Botafogo en Rio", dijo una vez el relator Andre Marques, en un partido en el cual brilló Neymar, uno de los futbolistas identificados con el bolsonarismo.
Brasil carecía de experiencias de transmisiones de televisión por el sistema de medios públicos que creó durante su presidencia Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), llamado EBC (Empresa Brasileña de Comunicación). Gracias a la transmisión del partido, la TV Brasil llegó a su récord con cuatro puntos de rating, superando a RedeTV y a Bandeirantes.
Durante el segundo tiempo, en la transmisión repitieron que le mandaban un abrazo a Bolsonaro y que agradecían a la CBF en nombre de la Secretaría de Comunicación de la presidencia porque el partido se pudo transmitir.
Enfrentada políticamente aunque no económicamente en sus editoriales con Bolsonaro, y en busca de la renovación de su concesión para 2022, la gigante Globo renunció a pagar por partidos de la selección de visitante y las primeras fases de la Copa Libertadores. La empresa Mediapro pedía 20 millones de dólares por los ocho partidos de vistantes de la 'canarinha'.
Globo, en cambio, sí mantiene un férreo monopolio desde hace más de tres décadas con la televización del campeonato brasileño, casi todo en servicio premium y apenas un partido en TV abierta los domingos. Ese dominio en 2020 se resintió con la decisión de Flamengo, el equipo más popular del país y con la directiva alineada a Bolsonaro, de transmitir sus partidos por sus canales, vaciando de alguna manera a Globo, algo que otros equipos están imitando.
La incursión del Gobierno de Bolsonaro en la transmisión de fútbol representa, según analistas, un nuevo escenario: en las redes sociales se lo comparó al presidente venezolano, Nicolás Maduro, por haber sido adulado por los comentaristas del partido. El avance de Bolsonaro hacia el fútbol forma parte del repunte de popularidad del presidente, que se alejó públicamente de sus aliados de la derecha más extrema y comenzó una fase de diálogo con la centroderecha oficialista del Congreso y con el Supremo Tribuna Federal.
Es en este marco, por ejemplo, que la estrella brasileña de vóley de playa Carol Solberg no tuvo la misma suerte que los comentaristas de Perú-Brasil. Hace dos semanas, Solberg gritó "Fuera Bolsonaro" en vivo por televisión: fue denunciada inmediatamente por violar el reglamento y obligada a pagar multa de unos 20.000 dólares, pero apeló y este miércoles el Tribunal Justicia Deportiva apenas la sancionó con una advertencia, aunque el presidente del Tribunal, Otacilio Soares, afirmó en su fallo que una declaración política "no le hace bien al deporte".