El presidente Alberto Fernández aceptó por primera vez una invitación al Coloquio de IDEA y encabezó la apertura del encuentro del establishment, con un discurso en el que llamó a los empresarios a trabajar en conjunto con trabajadores y el Gobierno. Sin embargo, fue duramente criticado mientras hablaba por ejecutivos, en un muro público en la plataforma donde se transmitía el encuentro. Mientras tanto, CEOS y dueños de empresas se mantuvieron en silencio. El tono para nada se asemejaba al de Roberto Alexander, presidente del Coloquio, quien en su discurso agradeció la presencia del Presidente y habló de "lograr en la diferencia actuar por el bien en conjunto". 

El Coloquio de IDEA, que cada año se realiza en el Sheraton de Mar del Plata, este año fue reemplazado por una plataforma virtual, donde se puede chatear con los participantes, y hay un muro (al estilo de Facebook), donde lo que se comenta es público. "Su palabra está tan devaluada que no es creíble", esribió Alejandro Gawianski, de la constructora Hit Group. "Una humilde sugerencia al Presidente, que se junte con sus compañeros competentes", agregó Rodolfo Ardenghi, de la consultora Ciati. "¿Sigue hablando?", cuestionó Eduardo Guemes, del estudio Beccar Varela, debido a la extensión del discurso del presidente, que pasó por varios temas.

Pese a que Alberto Fernánez no habló de Cristina Kirchner, una de las primeras críticas por esa vía fue hacia la vicepresidenta. “El Presidente dice cosas, que Cristina contradice. El problema de desconfianza es que él no se le planta, parece que manda ella, por eso no le puedo creer”, escribió en el muro Héctor Poli, director de la petrolera Pluspetrol. El jefe de Estado planteó en su discurso que Argentina debe crecer con confianza, deteriorada por la “repetición” de afirmaciones falsas, como un corralito.

En tanto, cuestionaron las referencias que hizo Alberto Fernández al país que encontró al asumir, con 36 puntos de pobreza, 2 años de recesión y el cierre de 25 mil pymes. “Todo pasó con un gobierno que decía estar preocupado por los empresarios”, aseguró. Facundo Favelukes de la tecnológica BVS lo tildó en el muro de “relator del pasado”. Santiago Pordelanne, de la tecnológica Equifax planteó: “El día que hagamos una autocrítica integral, y no solo la crítica del predecesor como causante de todos los males, estaremos en condiciones de salir”.

También despertó críticas la explicación de Alberto Fernández de por qué declaró a las telecomunicaciones como servicio público. “Lo hicimos pensando en promover competencia en un sector que se perdió, como el de la televisión, por ventajas que otros no tuvieron”, dijo Fernández. Miguel Blanco, director de Swiss Medical, sostuvo: “Sostener que la intervención de la burocracia estatal puede agregar competencia en un sector tan dinámico como las telecomunicaciones es ignorar los efectos negativos de 70 años de intervencionismo estatal en sectores como la energía". Alfredo Nuñez, de Pucará, agregó: "¿Cómo regula alguien que no sabe gestionar?".

El único mensaje con un tono conciliador fue el de Ignacio Leone, director de Explora S.A., una empresa de energía renovable. "Está en nosotros, como empresarios, saber qué queremos y que podemos tener un mejor país. Es cierto que el Presidente no la tiene fácil ni dentro ni afuera, pero es el actual presidente y está en nosotros apoyarlo o no para crear oportunidades para los empleados y empleadores".

Repercusiones

Por fuera del chat público, José Urtubey de Celulosa Argentina y dirigente de la UIA coincidió con el Presidente en la idea de caminar empresarios y trabajadores en la misma “vereda”. “Tenemos que salir juntos”, dijo a PáginaI12. Reivindicó las palabras sobre la importancia de avanzar en mayor federalismo y coincidió en que la obra pública y la construcción deben tener mayor dinamismo. “El desafío sigue siendo el frente cambiario y equilibrar las variables macroeconómicas”, opinó, y consideró que para la confianza se requiere “tiempo”, porque llegará cuando tengan efectos las medidas para la oferta de divisas y el acuerdo con el FMI.

Por su parte, Antonio Aracre, director general de Syngenta, empresa de biotecnología, coincidió con el presidente en que la agroindustria es el “gran potencial” de crecimiento para el país. En diálogo con este diario, aseguró que es importante contener la crisis, porque “en las megacrisis se producen distorsiones macro que son brutales transferencias de ingresos”. Se mostró confiado en que el país va a salir adelante, pero para eso dijo que la clase dirigente debe juntarse en una mesa entre el gobierno, la oposición, los empresarios y los trabajadores.

Consultado sobre qué medidas podrían generar confianza, opinó que hay tal desorden económico, que fue profundizado en 2018, que deberían aplicarse políticas de shocks. Como ejemplo, habló de un desdoblamiento cambiario para resolver las tensiones: “El dólar a 160 pesos es ridículo, hay que resolverlo con una mega dosis de confianza que genere la expectativa de que la gente va a poder hacer lo que quiera con sus dólares, y así mantener el oficial, que es el que regula los precios”.