Estamos en un momento muy particular de la historia de este planeta. Atravesamos una pandemia que plantea una crisis sanitaria y económica. Nadie puede escapar a este análisis, pero también hay que decirlo: esta es una crisis ecológica. No sabemos por qué cuesta tanto decir que estamos ante un colapso ecológico cuando todas sabemos que la pandemia es producto de este desequilibrio que pone en jaque la vida de toda la humanidad. Una crisis producto de un modelo de saqueo, y es por eso que se dio esta convocatoria: Una asamblea feminista por territorios libres de saqueo. Porque este modelo económico capitalista, neoliberal y extractivista sistemáticamente que se ha adueñado de nuestras vidas, de los territorios y los ecosistemas que habitamos y por los cuales vivimos encontró su techo. Y ese techo es el planeta mismo y solo tenemos uno.
Si miramos esta crisis desde las perspectivas que nos aportan los feminismos podríamos hacer hablar a la dupla cuerpo - territorio. En definitiva, solo tenemos un cuerpo y un territorio para habitar que es este planeta. Cuerpo y territorio, dos límites que nos toca defender. Por eso somos nosotras las que decimos basta, y exigimos respeto para nuestros cuerpos y para nuestro planeta, no queremos más que sean territorios de violencias. Ni nuestros campos, ni nuestras quintas, ni nuestros lugares de trabajo, ni nuestros barrios, ni nuestras villas, no queremos más que sean territorios de saqueo. Queremos rehabilitarlos, recrearlos como territorios de felicidad, goce y abundancia.
Somos las mujeres las que venimos hace siglos cuidando, somos las que cuidamos a esa familia que al otro día va a producir un cajón de tomate para alimentarnos. Nos ocupamos de tener la casa limpia, de la crianza de nuestros hijes, de la comida, de la salud. Cuidamos de la familia, de la comunidad y de la organización. Tenemos experiencia en cuidar y por eso debemos ser protagonistas claves a la hora de pensar el mundo que se viene. Desde esa perspectiva queremos formar parte de la toma de decisiones políticas de cómo vamos a pensar un desarrollo posible de nuestras vidas sin que eso implique un terricidio. Vamos a cuidar sí, pero esta vez va a ser sin abandonarnos a nosotras mismas. Para construir territorios libres de violencia, para construir agroecología, para proteger las semillas y para producir alimentos sanos.
La asamblea fue una de las muchas que se dieron en el marco del 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries. Sucedió el lunes 12 convocada por Ni Una Menos, Unión de Trabajadorxs de la Tierra, y Movimiento Nacional Campesino Indígena Somos Tierra. Se transmitió vía Web por Canal Abierto y tuvo como eje la discusión sobre la crisis sanitaria y ambiental generada por el modelo de desarrollo capitalista, extractivista y neoliberal.
Participaron de la Asamblea presencialmente con distanciamiento social y a través de una plataforma virtual más de 100 representantes de diferentes organizaciones feministas que a lo largo de nuestro país vienen construyendo acciones y resistencias frente a la destrucción de sus territorios: Asamblea Feminista de la Villa 31, Multisectorial Anti fracking, Sin Mundo no hay Cultura, Asamblea San Roque y educa de Córdoba, Jóvenes por el Clima, XR, Red federal de Docentes por la Vida, ATE, Pañuelos en rebeldía, CTA- A, Asamblea por los Humedales, Observatorio ciudad, Feministas del Abya Yala, Inquilinos agrupados, Desvió a la Raíz de Santa Fe, Asamblea de trabajadoras en tiempos de pandemia, Mama Cultiva Argentina y Multisectorial Rosario, Red de Mujeres y Niñxs Victimas de Agrotóxicos (MAVIDA). Mujeres y disidencias de Córdoba, Mendoza, Chubut, Rio Negro, Jujuy, Buenos Aires, Santa Fe, Misiones, Entre Ríos, San Luis y Catamarca hicieron sentir su voz. También aportaron sus luchas compañeras bolivianas Feministas del Abya Ayala y compañeras de la coordinadora Pueblo a Pueblo de Venezuela.
Exe Tolaba de Jóvenes por el clima afirmó: “Que importante que hoy 12 de Octubre reivindicar el encuentro plurinacional y reforzar la lucha histórica de los pueblos a lo largo de 528 años de saqueo, me parece muy importante que nos nombramos feministas ante este modelo extractivista que es indisoluble de este modelo patriarcal y que la llegada del hombre blanco europeo heterosexual a estas tierras significó el exterminio de las cosmovisiones indígenas pero también el exterminio de esas identidades que salían de la lógica binaria impuesta por la colonización .”
Eugenia Sosa, referente campesina del Movimiento Campesino de Córdoba dentro del MNCI Somos tierra responsabilizó al sector de los grandes productores ganaderos de las ya doscientas mil hectáreas incendiadas en Córdoba y afirmó la necesidad de que las mujeres puedan acceder a la tierra. También señalo que: “Ante el avance de los agronegocios, fortalecer la vida campesina indígena es la manera de garantizar la protección de nuestros bienes naturales”
“El agronegocio violenta nuestra capacidad de decidir porque vivimos en una sociedad que castiga a las mujeres que luchamos por una ley del aborto seguro y gratuito pero que miran para otro lado, cuando el aborto es producido por los agrotóxicos, esos agrotóxicos que les generan millones a un puñado de empresarios”, dijo Daniela Dubois de la Red Federal por Docentes por la Vida
También en la asamblea se expresaron las voces que plantean a las ciudades como territorios saqueados por el extractivismo que golpea con más fuerza a las mujeres y a les niñes de los sectores populares. Fernanda Laguna de Ni Una Menos Villa Fiorito recordó que el Riachuelo es uno de los diez ríos más contaminados de todo el mundo, a causa de las fábricas que tiran sus desechos. Denunció que muchas de las infancias que viven en los asentamientos alrededor del río tienen alto contenido de plomo en su sangre.
A modo de cierre se sintetizaron algunas líneas de acción, afirmaciones e ideas fuerza que puedan acompañar este camino de lucha y organización. Afirmamos y tenemos una fuerte convicción que nuestras luchas son legítimas, por eso nos preguntamos: ¿Hasta cuándo es posible sostener una legalidad construida en función de este modelo económico que tiende al exterminio?, es por esto que reafirmamos la necesidad de la lucha en las calles y en el espacio público, manteniendo las recomendaciones del aislamiento social preventivo planteadas por la pandemia del Covid 19. Nos convocamos a luchar con mucha creatividad. Reafirmamos la defensa del agua para vivir. También sostenemos a esta asamblea como plurinacional y diversa para contrarrestar la estrategia global, uniformante y patriarcal que nos domina. Somos naturaleza, merecemos vidas vivibles. Sin justicia ambiental no hay justicia social.
* Coordinadora Nacional de la Secretaria de Géneros UTT