El VAR debutó en la doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas que finalizó este martes y se calzó, desde el primer momento, el traje de protagonista: el cuestionado sistema tecnológico de asistencia a los cuerpos arbitrales, intervino, ya de entrada, en el primer gol de esta nueva edición del certamen clasificatorio, cuando un penal de Luis Suárez le dio el 1-0 parcial a Uruguay en su estreno sobre Chile.
Las opiniones en torno al publicitado facilitador de "justicia" en el fútbol las hay de todos los colores. Lo concreto es que este último martes se evidenció como un elemento imposible de obviar, principalmente por un factor: el tiempo. Es que, a la crítica ya conocida de sus detractores como reemplazo de la mirada humana por la de un conglomerado de tomas variadas, con pausas y zooms, se le sumó (con una evidencia especialmente notoria en esta doble fecha) la cuestión de la distorsión temporal. Y, en definitiva, la pregunta es: esas decisiones tan lentas, que aniquilan goles o los consagran, que catalogan manos y desmenuzan los centímetros de posibles posiciones adelantadas, ¿hasta dónde no desvirtúan los propios tiempos (humanos) del fútbol?
La participación del VAR en el partido que Paraguay le ganó a Venezuela por 1 a 0 simboliza ambas cuestiones con bastante claridad. El sistema tecnológico, primero desde el cuerpo de jueces del propio VAR y luego con la decisión final del árbitro del partido, anuló un gol de Yangel Herrera que abría el marcador a favor de la Vinotinto, por una presunta mano del volante. Ni desde la transmisión televisiva ni desde el campo de juego nadie pareció haber visto tal infracción. No salieron a protestar los jugadores paraguayos y el plantel entero de Venezuela salió a abrazar al mediocampista en una sentida celebración. Pero el VAR llamó al árbitro Andrés Rojas. Y, a instancias de reiteradas repeticiones de unos pocos planos y con un zoom sobre el cuerpo del futbolista de un 286% (imposible, claro, para el ojo humano), Rojas anuló el tanto. Desde el gol que no fue hasta la nueva determinación, la tecnología le robó al partido tres minutos y 11 segundos.
"Un error conceptual"
Para Javier Castrilli, reconocido ex árbitro argentino, "el protocolo del VAR desnuda un error conceptual". "No se le debe seguir dando al árbitro central la última palabra, y de esa forma la facultad de acudir o no a la tecnología. El VAR debe servir para corregir y no para consagrar u ocultar errores", explicó el referee, que además puso como ejemplo de un buen "llamado" al VAR la jugada que devino en el segundo penal cobrado a Brasil (en la que no se utilizó la tecnología).
Desde su cuenta de Twitter, Castrilli también criticó la extensa duración de la toma de decisiones a instancias de las pantallas. "No se puede demorar tanto en tomar una decisión. Ya son un mal crónico las demoras en tomar las decisiones en el VAR... Se transmite mucho miedo al error", escribió, en una interesante reflexión.
El uso humano del ojo tecnológico en un deporte con tantas dinámicas como el fútbol generó controversias también en su estreno en la aventura rumbo a Qatar, como era de esperarse. Claro que son muchos los hinchas que lo juzgan según el devenir de su corazón futbolero. Aunque esta vez hay un acuerdo bastante palpable en relación al excesivo tiempo que consume y a su impacto distorsionador de los ritmos del juego.
Se ha condenado su presencia, pero también su ausencia: alrededor de 250 mil ciudadanos peruanos firmaron una petición para que se le retire la licencia de árbitro internacional al chileno Julio Bascuñán, quien el martes actuó en el triunfo de Brasil por 4 a 2 sobre Perú, con dos goles de Neymar tras penales cobrados sin asistencia tecnológica.
La esencia del fútbol sudamericano
"Mi temor es que el fútbol termine perdiendo su esencia", soltó Gustavo Alfaro, entrenador de Ecuador, tras ofrecer un meticuloso análisis de diversas jugadas intervenidas. En modo socrático y sin querer referirse al polémico penal que le dio el triunfo a Brasil, su DT, Tité, aseguró: "Lo único que sé es que el VAR trabaja por la justicia".
Al cruce le salió el ex defensor uruguayo Diego Lugano, quien este miércoles subió a sus redes imágenes de las intervenciones del VAR en esta doble fecha y una apreciación contundente: "Ronda de eliminatorias con tristeza por la derrota de la Celeste, pero, sobre todo, por la derrota del fútbol. Dominado por la intervención de una herramienta ‘construida’ en un taller lleno de burócratas que nada tienen que ver con el fútbol. Herramienta que poco a poco va matando la pasión y las marcas más fuertes de este fantástico deporte. Puede tomar un tiempo, pero incluso los fanáticos de esta tecnología se darán cuenta una vez. Porque quien hace el show, los protagonistas, jugadores y entrenadores, ya se han dado cuenta de lo malo que es. El VAR no vino a hacer justicia, como algunos dicen. Realmente vino a llevarnos la “gracia” de nuestro deporte. Y lo está haciendo. Un desastre".