El Gobierno acordó una suba del salario mínimo del 28 por ciento en tres cuotas: 12 por ciento en octubre, 10 por ciento en diciembre y 6 por ciento en marzo. La condición para el acuerdo fue que el Consejo del Salario Mínimo que agrupa a centrales sindicales y cámaras empresariales que se reunió ayer, vuelva a convocarse en abril del año próximo, cuando se espera que la pandemia sea cosa del pasado y puedan proyectarse algunas variables como inflación y paritarias con una mayor certeza. Con el aumento, el salario mínimo, que desde septiembre del año pasado estaba fijado en 16.875 pesos, se elevará a 21.600 a partir de marzo.
El acuerdo llegó luego de una negociación que se cerró por la mañana, en el encuentro de la mesa técnica del Consejo. Allí, las cámaras empresariales plantearon un incremento del 23 por ciento, sin precisar hasta cuándo abarcaría. La CGT y la CTA que encabeza Hugo Yasky respondieron por una suba del 30 por ciento. Fue el propio ministro de Trabajo, Claudio Moroni, quien les convino a cerrar en torno al 28 en tres tramos porque, les explicó, el Estado no estaba en condiciones de seguir aportando más.
Es que buena parte de la ayuda social está atada al monto del salario mínimo, por lo que su suba termina influyendo más en el gasto estatal que en el de los empresarios e industriales cuyos convenios colectivos casi no tienen relación con este esquema. "Estamos pagando 9 millones de IFE, el ATP, todos los gastos sanitarios que demanda la pandemia, más todo el resto de la ayuda social", argumentó Moroni ante los sindicalistas, que entonces aceptaron limitar la demanda al 28 por ciento con la condición de reabrir las conversaciones en abril.
Con ese preacuerdo llegaron a la reunión plenaria del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil -tal su nombre completo- convocada para la tarde en el formato virtual que demandan los tiempos. "A todos nos duelen la cifras de la pobreza, el tema es cómo lo vamos a resolver. Resolverlo para nosotros, para este gobierno, es ni más ni menos que actuar a favor del empleo y a favor de la producción. Allí es donde nosotros queremos seguir trabajando", señaló el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en su mensaje durante la reunión. Cafiero destacó que se hubiera podido llegar a un rápido acuerdo entre las partes. "Para nosotros es central, a la hora de dar un mensaje de toda dirigencia del Estado, de los trabajadores y de los empresarios. De cómo queremos que la Argentina transite el camino de la reconstrucción", señaló.
Aunque por primera vez se tratará de un acuerdo "corto", de seis meses, que significará una suba total de 4.725 pesos. En los últimos tres años, durante el gobierno de Mauricio Macri, no había existido consenso y fue el Ministerio quien terminó definiendo la cifra. En esta ocasión hubo acuerdo pero Daniel Funes de Rioja, en representación de la UIA, no dio como un hecho que en el primer tramo del año se otorgará un nuevo aumento, sino que solamente se reunirán de nuevo para evaluar la situación. Para abril, evaluaban los sindicalistas, se conocerá el índice de inflación correspondiente a este año tan complejo y se habrán cerrado las primeras paritarias, que son las que marcan la tendencia general. Entonces tendrán más en claro cuál es el porcentaje que corresponde elevar el salario mínimo.
El ministro Moroni celebró la continuidad del Consejo, al que calificó como una "institución fundamental". El acuerdo fue aprobado por 31 votos a favor contra 1 en contra, la solitaria posición que adoptó la CTA Autónoma que conduce Ricardo Peidró, que por primera vez participó del cónclave. También lo hizo la CTEP, de los trabajadores de la economía popular, aunque sólo en calidad de invitados, sin voto.
Además de Cafiero y Moroni, por el Gobierno participó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, en tanto la delegación de la CGT estuvo integrada por Daer, Julio Piumato, Víctor Santa María, Jorge Sola, Noemí Ruiz, Antonio Caló, Acuña, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez, Sergio Romero y José Luis Lingeri. Por las principales cámaras patronales lo hicieron la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), la Federación Agraria Argentina (FAA), Coninagro, CRA, Came y las Pymes.
En Gobierno estaban satisfechos porque habían imaginado un acuerdo más fatigoso, que probablemente demorara más de un día para el cerrarlo. No fue necesario. Ahora restaba determinar también cómo será la actualización del seguro por desempleo, que seguramente se tratará en los próximos días. "En lo único que fue eficaz Macri fue en bajar el costo laboral. Se lo reclamaron los grupos económicos y él cumplió", ironizó Yasky en su participación en el encuentro. Daer coincidió. "En los últimos años este salario se fue para abajo porque perdió incluso con la inflación", recordó el jefe cegetista.
Calcularon en 25 por ciento la pérdida de valor del salario mínimo durante el macrismo y que se debía apuntar a un ideal que fuera que llegara a cubrir la canasta básica familiar, que es de 46 mil pesos. Pero para eso hacía falta un aumento de 225 por ciento que, en estas circunstancia, se veía poco realista. Justamente, ese fue el monto en el que se plantó Peidró, de la otra CTA, por lo que fue el único voto en contra del consenso. Además, avisó que acudiría a la OIT para plantear "discriminación" porque no fue invitado a participar de la reunión técnica de la mañana, donde se resolvió el aumento.
El salario mínimo impacta en las jubilaciones mínimas, en el programa ATP y, en menor medida, en el salario básico docente que debe ser al menos un 20 por ciento superior. En el sector privado, principalmente en los convenios de salarios más bajos y en los que no tienen cobertura. El último aumento se había producido en septiembre de 2019, cuando el entonces ministro Dante Sica, ante la falta de acuerdo, lo subió de 12.500 a 16.785 pesos, también en tres cuotas.
La queja de los movimientos sociales
Organizaciones sociales referenciadas en partidos de izquierda marcharon por el centro porteño mientras se desarrollaba la reunión del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil. Los manifestantes reclamaron que el salario alcance el costo actual de la canasta básica y la implementación, entre otras, de un plan de viviendas populares.
Sin embargo, el Consejo del Salario acordó un incremento del 28 por ciento que se abonará en tres tramos a partir de este mes y hasta marzo. Los trabajadores de las organizaciones sociales tienen sus ingresos atados al salario mínimo. En la actualidad, según señalaron, cobran 8500 pesos que los deja muy por debajo de la línea de indigencia.
Marianela Navarro, referente de Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), señaló en una entrevista radial que "nosotros como trabajadores de las cooperativas somos 500.000 en todo el país, pero además a nuestro pliego se le incorpora otra demanda que es que 9 millones de trabajadores han quedado sin cobrar el IFE este mes, sin poder ingresar a los programas de empleo tampoco”, aseguró la dirigenta del FOL.
"Las organizaciones sociales y piqueteras que no fuimos cooptadas por este y por los anteriores gobiernos reclamamos por Trabajo Genuino mediante la obra pública y un plan de viviendas populares y en la emergencia el aumento del salario mínimo a la canasta básica", señaló el Polo Obrero en un comunicado