Dulces 16 años al máximo nivel cumple este viernes Lionel Messi con la casaca de Barcelona, instalado hace rato en la cima de los grandes deportistas del siglo. Dieciséis temporadas a puro crecimiento, goles, títulos, alegrías y, claro, también frustraciones. Más de tres lustros pasaron desde aquel 16 de octubre de 2004, cuando el entrenador holandés Frank Rijkaard llamó a aquel chiquilín con la número 30 en la espalda para hacerlo debutar en una exigente Liga como la de España y nada menos que en un derbi catalán ante el Espanyol, en el estadio de Montjuïc. Fue apenas un puñado de minutos, suficiente como para vislumbrar el nacimiento de un nuevo astro del fútbol mundial. Una llama que aún ilumina y no tiene visos de apagarse.

La historia dice que Alfredo Di Stefano se estrenó en la Primera División de River Plate con 19 años. Diego Maradona tenía aún 15 cuando hizo su aparición en Argentinos Juniors. Pero la santísima trinidad futbolera criolla se completa con Leo Messi, que registró su debut en Barcelona a los 17, una edad intermedia a las de sus ilustres antecesores. Todas cifras impares para jugadores notoriamente impares.

Aquella noche de otoño boreal, y ante más de 34 mil espectadores que colmaban el Olímpico Lluís Companys, Barcelona ganaba ajustadamente el clásico de visitante ante Espanyol con un gol de Deco. Precisamente el paulista nacionalizado portugués dejó su lugar en la cancha en el minuto 82 a aquel muchachito de cabello largo, tímido por naturaleza y con grandes deseos de mostrar su juego al gran público. 

Messi tenía entonces diecisiete años, tres meses y veintidós días. Y aunque unos pocos ya veían en él un diamante en bruto que comenzaba a fulgurar, nadie podía vaticinar que el rosarino formaría parte de la historia grande del fútbol. Enfrente, en el conjunto perico, lo miraban de reojo sus compatriotas Mauricio Pochettino, Maxi Rodríguez y Hugo Ibarra. 

Messi había arrancado en el juvenil B de Barcelona en agosto de 2003 y tenía a todos los técnicos de las divisiones inferiores cautivados por su magia. Tal es así que tuvo su bautismo de fuego en un amistoso con derrota 2-0 frente al Oporto, que por entonces dirigía el portugués José Mourinho. Y pese a haber ascendido hasta tres categorías en apenas un año, debió regresar a la cantera. En La Masía consideraban que el fruto no había madurado lo suficiente.

Dieciséis años más tarde lleva convertidos más de 700 goles y 36 títulos con Barcelona y la Selección Argentina. Seis Botas de Oro, otros cinco Balones de Oro y un FIFA The Best avalan semejante carrerón. 

Si bien en agosto pasado manifestó deseos de cambiar de aire, finalmente se quedó en la Ciudad Condal. Y pese a aquel desatinado burofax, el astro igual cayó bien parado, como los gatos. Tal vez un poco debilitado tras el mal paso, como sugirió días atrás su amigo Luis Suárez, ex compañero blaugrana. 

Lo cierto es que nadie como Messi permaneció fiel a un mismo club durante tantos años con innegociable grado de participación y un rendimiento superlativo. Sólo el portugués Cristiano Ronaldo -dos años mayor que Leo- mantiene una estadística deportiva a su altura, aunque la carrera del actual jugador mejor pago de Juventus se dividida en cuatro camisetas diferentes.

Messi cumplió 33 años en junio, aún no redondeó su brillantísima carrera en el más alto nivel y sin embargo ya accedió al olimpo de los elegidos junto a mitos como Maradona, Pelé, Di Stéfano y el holandés Cruyff, este último también toda una celebridad culé. 

Es cierto que no empezó el 2020 con buen pie, ya que en enero Barcelona no pudo siquiera acceder a la final de la Supercopa Europea que se disputó en Arabia Saudita. Aun así, Messi sigue siendo el máximo goleador histórico de dicha competición y el jugador más laureado, con ocho títulos.  

Con cambios de entrenador y un desgaste en el plantel, Barcelona tampoco pudo alzar la Liga y la Copa del Rey. Y a eso habría que sumar las eliminaciones que tuvo en las últimas ediciones de Champions League, la más sonada hace dos meses con el histórico 8-2 que le infligiera Bayern Múnich, que poco después se quedaría con la Orejona. 

Acaso por estas últimas decepciones, los agoreros de turno avizoraron un fin de ciclo para Messi. Pero esos gavilanes tendrán que buscar carroña en otra parte porque al rosarino aún parece quedarle bastante hilo en el carretel. Por caso, el 22 de febrero pasado metió un nuevo poker para el Barsa en el 5-0 ante el Eibar, por la Liga. 

Pandemia mediante -desde el 7 de marzo hasta el 13 de junio no jugó al fútbol-, la Pulga suma 17 goles en 26 partidos de distintas competiciones, el último de ellos el del ajustado triunfo de la Selección ante Ecuador en la Bombonera. Acaso pocos para lo que él nos tiene acostumbrados; suficientes en esta difícil coyuntura. 

Y entre las numerosas anécdotas que pueblan su prolífica carrera, hay una que se remonta incluso antes de su histórico debut oficial en Barcelona. Y que ilustra el intenso amor que une al capitán argentino con su tierra. Ya con el canto de sirenas que lo instaba a ser parte de los juveniles y ponerse la casaca roja de España, Fabián Soldini -por entonces agente de un Messi quinceañero- recordó que el pibe le prometió dejar a un lado su gusto por una reconocida bebida cola hasta que no fuese convocado a la Selección. Ese llamado por fortuna llegó. Y con un nuevo ciclo que tiene a Lionel Scaloni al frente de la albiceleste, la Pulga sueña con jugar su quinto Mundial. Y ganarlo, claro.

Un currículum inigualable

Mucha agua corrió bajo el puente desde que Messi hizo su debut oficial en Barcelona, donde lleva convertidos 635 tantos, a los que hay que sumar los 71 que metió para la Selección Argentina. Aquí, el impresionante palmarés que Leo aún no da por completado.
* Máximo ganador del Balón de Oro (tiene cinco, igual que CR7).
* Máximo ganador del Botín de Oro (seis). 
* Más goles oficiales convertidos en un año calendario (91 en 2012). 
* Más goles oficiales en una misma temporada (82 en la 2011/12).
* Máximo goleador de la Champions League en un mismo club no siendo europeo (113).
* Máximo goleador histórico del seleccionado argentino (71).
* Máximo goleador en Eliminatorias Mundialistas de la Conmebol (22).
* Jugador argentino con mayor cantidad de títulos en su historial (36).
* Jugador con más títulos en un mismo club español y record en Barcelona (34).
* Máximo goleador histórico de La Liga (445).
* Máximo goleador del clásico Barcelona-Real Madrid (26).