La utilización de la capacidad instalada de la industria se ubicó en agosto en el 58,4 por ciento, con una baja de 2,1 puntos porcentuales respecto al 60,5 por ciento de igual mes del año pasado, según lo informó este jueves el Indec.
En la comparación contra julio se registró una mejora de 1,6 puntos porcentuales. Ese mes el uso de la capacidad instalada se había ubicado en 56,8 por ciento, en medio de las restricciones implementadas para combatir la pandemia de coronavirus.
El documento del Indec detalló que los rubros que presentaron en agosto niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al general fueron sustancias y productos químicos (71,1 por ciento), productos minerales no metálicos (70,4 por ciento), refinación del petróleo (69,1 por ciento), papel y cartón (65,0 por ciento), industrias metálicas básicas (62,9 por ciento), productos del tabaco (61,5) y productos alimenticios y bebidas (60,6).
En contraste, los bloques sectoriales que se ubicaron por debajo del nivel general fueron edición e impresión (50,3 por ciento), productos de caucho y plástico (48,6 por ciento), metalmecánica excepto automotores (46,9 por ciento), productos textiles (42,3 por ciento) e industria automotriz (35,4 por ciento).
La disminución interanual de la capacidad instalada en las plantas manufactureras se encuentra asociado con el nivel de actividad de la industria, que en agosto registró una caída de 7,1 por ciento en relación con igual mes del año pasado. El retroceso de la producción industrial también se observó contra el mes previo con una merma de 0,9 por ciento.
La dificultad para recuperar los niveles de producción industriales y de ese modo incrementar el nivel de uso de la capacidad instalada se explican por tres elementos.
1) El retroceso que arrastran desde los últimos dos años los salarios reales y limitan el nivel de consumo en el mercado interno.
2) La incertidumbre generada por la crisis sanitaria que eleva la propensión al ahorro e impacta en los niveles de demanda agregada.
3) La necesidad de limitar la circulación de personal en los establecimientos por los protocolos de seguridad sanitaria que requiere tener partes de las fábricas sin ocupar.
Desde el equipo económico implementaron distintas medidas para intentar contener el efecto del coronavirus en la economía. Se aplicaron políticas credicitas con tasas subsididas junto a programas para cubrir el pago de los salarios de las firmas privadas ante la caída de facturación de las empresas.