El poeta, historiador y ensayista Horacio Salas murió a los 82 años. Además de su extensa carrera en el mundo de las letras, también fue director del Fondo Nacional de las Artes y de la Biblioteca Nacional. En las últimas horas, fue despedido en el Cementerio de la Chacarita por sus familiares y amigos más cercanos.
Salas nació en Buenos Aires en 1938. Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires de donde egresó en 1956. A los 23 años publicó su primer libro de poemas, El tiempo insuficiente (1962), que fue elogiado por la crítica, y al que le siguieron La soledad en pedazos (1964), Memoria del tiempo (1966) y La corrupción (1969). Fue considerado una figura característica de la generación poética de los años 60.
Como muchos otros intelectuales y escritores argentinos, debió exiliarse a España en 1976, durante la última dictadura militar. “Llegué con 200 dólares en el bolsillo, que no me alcanzaban para vivir ni una semana. Al principio fue muy dura la vida allí. No nos alcanzaba para comer. Y no era una metáfora”, recordó Salas en una entrevista con Página/12.
Regresó al país en octubre de 1983, con la vuelta de la democracia, y se dedicó de lleno a su carrera como escritor y funcionario. Se desempeñó como secretario de Cultura de la ciudad de Buenos Aires entre 1989 y 1990, como funcionario público en la dirección del Fondo Nacional de las Artes entre 1992-2004, y en la dirección de la Biblioteca Nacional desde 2003 a 2004.
Publicó más de cuarenta libros de poesía entre los que se destacan: Mate pastor (1971), Gajes del oficio (1979), Cuestiones personales (1985), El otro (1990), y Dar de nuevo (2003). Además, fue autor de ensayos como La poesía de Buenos Aires, Generación poética del 60; Borges, una biografía; El Centenario; Homero Manzi y su tiempo; El tango y Lecturas de la memoria.
Recibió varias distinciones, como el Premio Nacional de Crítica Literaria, el Premio Municipal de Poesía y el Premio Nacional de Ensayo. En 1991, el gobierno de Francia lo condecoró con la orden de Caballero de las Artes y las Letras y en 2002 fue declarado ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires.