Los gremios docentes nacionales iniciaron este miércoles el cuarto paro de 48 horas en menos de un mes frente a la intransigencia del Gobierno de no convocar a la paritaria nacional, la instancia donde los maestros discuten salarios y condiciones de trabajo. En la provincia de Buenos Aires, los maestros suman quince días de huelga en rechazo a los “salarios de pobreza” que ofrece la gobernadora María Eugenia Vidal. Lejos de entablar un acercamiento, las autoridades acusaron a los dirigentes de kirchneristas y de "hacer un paro político". "Están absolutamente alineados con la política nacional que pretende subejecutar presupuestos, bajar salarios y flexibilizar el trabajo docente", afirmó Roberto Baradel de cara al nuevo paro docente de 48 horas. "Estamos abiertos a una negociación, la llave para destrabar el conflicto la tiene el Gobierno. Que Esteban Bullrich nos convoque", pidió el dirigente gremial. Cómo fue el conflicto docente, día por día.
27 de enero. Sin Paritarias nacionales. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, confirmó que este año el Gobierno no participaría de las discusiones paritarias de los empleados públicos provinciales, incluidos los docentes, para quienes ya se había estipulado un piso del 20 por ciento superior al salario mínimo. "Una vez fijada esa pauta general para todos los años, ya no tiene sentido la injerencia del Gobierno en la discusión", sostuvo Frigerio. La respuesta de los docentes no tardó en llegar: “Sin paritaria nacional, habrá conflicto nacional”. Fue un anticipo de lo que vendría.
2 de febrero. Primera marcha docente. Los gremios docentes se movilizaron desde el Congreso nacional hasta el Hotel Savoy, en Callao al 100, durante la reunión de gobernadores para unificar criterios en las paritarias provinciales luego de que la Nación les delegara dicha responsabilidad. “Es un volver a los 90 cuando cada provincia pagaba lo que podía y cuando podía. Había diferencias salariales de hasta cuatro veces entre las provincias con mejores y peores sueldos, sueldos adeudados por meses y distritos en donde no empezaban las clases”, afirmó Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de Educación (UTE). De la marcha también participaron los gremios Suteba, Ctera, Sadop, CEA, Ademys y ATE Capital.
6 y 7 de marzo. Primer paro de 48 horas. Tras la negativa del Gobierno a convocar a paritaria nacional, los docentes llamaron al primer paro nacional de 48 horas, que impidió el inició de clases previsto para ese semana. Según informaron los gremios la huelga contó con una adhesión masiva, mayor al 90 por ciento. La primera propuesta salarial de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, fue de un 18 por ciento de aumento en cuatro cuotas, sobre un salario inicial de 9.800 pesos. "Lo que nos ofrece nos deja por debajo de la línea de pobreza, que está en 13.800 pesos. Serían 220 pesos más por mes, lo cual es inaceptable ante el aumento de precios actual", afirmó René Cruz, de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB). La oferta fue rechazada de plano por los gremios.
8 y 9 de marzo. Sin clases en la provincia de Buenos Aires. En rechazo a la oferta de Vidal, el Frente Gremial Docente bonaerense decidió continuar con la medida de fuerza por dos días más. La jornada de protesta se desarrolló con asambleas en las aulas para discutir la contraoferta que llevarían los maestros a una nueva reunión convocada para el viernes.
10 de marzo. Una "oferta superadora”. El gobierno provincial presentó como una “oferta superadora” la nueva propuesta salarial ofrecía a los maestros un 19 por ciento en tres cuotas y una cláusula gatillo para contrarrestar la inflación. Los docentes rechazaron categóricamente ese aumento que significaría entre 64 y 90 pesos de bolsillo. El ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria. Pero los maestros redoblaron la apuesta y junto a las confederaciones gremiales nacionales convocaron a una marcha federal educativa para el 21 y 22 de marzo.
13 y 14 de marzo. Inspectores en las escuelas. Tras la inflexión del Gobierno de la provincia, los seis gremios bonaerenses convocaron a un nuevo paro de 48 horas, con asambleas y actividades junto a padres y alumnos. En la segunda jornada de la medida de fuerza, los maestros denunciaron que la gobernadora envió a las escuelas inspectores para controlar quiénes eran los docentes que adherían a la huelga. “Vinieron supuestos inspectores del Ministerio de Trabajo con una nota de la Dirección General de Escuelas que los autorizaba a entrar a los colegios para pedir la lista de los docentes que estaban parando”, contó María Laura Torre, secretaria gremial de Suteba, lo que denunció como un intento del Gobierno para desactivar el paro y amedrentar a los maestros.
15 y 16 de marzo. Segunda huelga nacional de 48 horas. Los sindicatos docentes con representación nacional, encabezados por Ctera, convocaron un nuevo paro de 48 horas ante la decisión del Gobierno nacional de no instalar la paritaria federal que fija un piso salarial y destina los fondos educativos a los distintos distritos. "Hay dirigentes que ponen palos en la rueda, que quieren que al Presidente le vaya mal”, acusó a los dirigentes el ministro de Interior, Rogelio Frigerio. La vicepresidenta también sumó sus críticas a los maestros: “Si yo fuera docente y ganara nueve mil pesos no haría paro. No llegaría a fin de mes, pero esa plata es por un solo turno. Además, digan la verdad, casi todos viven con alguien más, entra otro ingreso a esas casas”, lanzó Gabriela Michetti.
15 de marzo. Plus salarial para los rompehuelgas. La gobernadora María Eugenia Vidal anunció un adelanto de entre 1500 y 3750 pesos a cuenta de la paritaria y ofreció un plus de mil pesos para los docentes que decidan romper la huelga “priorizando a los chicos”, algo que viola lo establecido en la ley. Además, Vidal cuestionó duramente a los dirigentes sindicales y les pidió que “digan si son kirchneristas”. Los maestros respondieron a la oferta extorsiva convocando a una movilización masiva a la gobernación de la Provincia, en La Plata, y denunciaron a la gobernadora frente a la Organización Internacional del Trabajo.
21 y 22 de marzo. Marcha federal educativa. Delegaciones de docentes de todo el país llegaron hasta Plaza de Mayo para exigirle al Gobierno que convoque a paritarias nacionales, como lo establece la Ley de Financiamiento Educativo. De la marcha participaron más de 300 mil maestros. "Presidente Macri, ministro Bullrich, convoquen a la paritaria, si no el plan de lucha va a seguir", afirmó la titular de Ctera, Sonia Alesso en el acto central e insistió en que el Gobierno "viene sosteniendo que la educación pública no sirve" y que "los maestros no estudiamos" porque su objetivo es "la privatización y la mercantilización".
28 de marzo. Reducir el ausentismo para pagar salarios. Vidal convocó a los gremios bonaerenses a una nueva reunión para negociar salarios y en lugar de mejorar la oferta les solicitó a los gremios “trabajar para reducir el ausentismo” con lo que la provincia podría “ahorrar” para mejorar sueldos. La oferta salarial se mantuvo en el 19 por ciento de aumento en tres cuotas, igual que en las reuniones anteriores. Los docentes rechazaron la nueva provocación y llamaron a otro paro de 48 horas, para el 29 y 30 de marzo.
30 de marzo. Movilización contra el ajuste. En el marco de la movilización convocada por las dos CTA, los maestros agrupados en Ctera se adhirieron a la protesta y marcharon hacia Plaza de Mayo acompañando la consigna de las centrales obreras: “Por el trabajo, la educación y las paritarias libres”.
4 de mayo. Nueva provocación de Vidal. A las amenazas de reemplazar a los docentes que hicieran huelga por voluntarios, pagar un plus salarial para los maestros que no se adhirieran al paro, y pagar un eventual aumento salarial a cambio de la reducción del ausentismo, la gobernadora sumó una nueva provocación. Vidal condicionó la reapertura de la discusión paritaria y la presentación de una nueva oferta salarial a que los gremios docentes renuncien a cualquier medida de fuerza hasta fin de año.