El mercado de las naftas actualizó al alza los precios, como consecuencia de la suba de los valores en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ILC), el Impuesto al Dióxido de Carbono y en los biocombustibles. El primer paso lo dio la petrolera YPF, que puso en vigencia desde la primera hora del viernes un aumento del 3,5 por ciento en promedio en el precio de sus combustibles. Así lo informó la empresa por medio de un comunicado en el que detalló que el incremento se decidió ante la necesidad de aplicar la carga impositiva al precio en los surtidores. Como suele ocurrir ante estas subas, YPF marcó el paso con su dominio de mercado y luego la siguieron Shell (Raízen) y Axion.
El incremento de las naftas suma presión en la inflación del mes, que se estima en el orden del 3 al 4 por ciento. Se trata del tercer aumento de las naftas dispuesto desde diciembre 2019, ya que los anteriores se habían registrado el 19 de agosto y el 19 de septiembre, con una suba promedio de 4,5 por ciento y del 3,5 por ciento, respectivamente.
En la Ciudad de Buenos Aires, YPF ajustó sus precios hasta los 61,84 pesos en el caso de la nafta super; 71,34 la Infinia; 57,75 la Diesel y 67,56 la Infinia Diesel. En tanto, Raízen informó un aumento de los precios de sus combustibles Shell "en línea con los movimientos de mercado". "A modo de referencia, nuestros precios de surtidor en la Ciudad de Buenos Aires son: Shell V-Power nafta 72,74 pesos por litro, Formula Shell Super 62,64 pesos, Shell V-Power Diesel 68,89 pesos y Shell Fórmula Diesel, 59,99", indicó la compañía.
Axion también informó los nuevos precios de sus combustibles: Nafta súper a 62,11 pesos, Quantium nafta a 72,23 pesos, Diesel a 58,98 pesos y Quantium diesel a 68,39.
Las petroleras argumentan que "las subas no implican directamente mayores ingresos", ya que son consecuencia del incremento de 7,8 por ciento en el impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, que explicaría por sí solo una suba del 1,9 por ciento en naftas y 1,3 por ciento en gasoil. Esos impuestos acumulaban un semestre sin aumentos, ya que la última actualización había sido en febrero.
Adicionalmente, el Gobierno descongeló después de diez meses los precios del biodiesel y del bioetanol, que se mezclan en la producción de combustible, con una suba del 10 por ciento, lo cual también genera presión a los costos de las refinadoras. La falta de autorización de subas a lo largo de todo el año en los biocombustibles fue justificada por el secretario de Energía, Darío Martínez, quien argumentó que una suba "hubiese traído como consecuencia significativos aumentos en el precio del gasoil en el surtidor que agravarían aún más la situación de emergencia pública". Se calcula que en los ocho primeros meses, la producción de biodiesel cayó 30,4 por ciento interanual.
Si bien al comienzo de su gestión el actual gobierno fue reticente a implementar a través de YPF aumentos de las naftas, en los últimos tres meses los combustibles acumulan un alza del 12 por ciento, por encima de la inflación del mismo período aunque por debajo de la inflación del 24 por ciento que se acumula desde comienzos de año. Se calcula que las ventas de las estaciones de servicio están en un 30 por ciento por debajo de los niveles prepandemia, como consecuencia de la caída de la actividad económica, lo cual impacta negativamente en la rentabilidad de las petroleras.