El texto exigía un rápido esclarecimiento de los hechos en la ciudad siria, controlada por la oposición, y pedía información detallada
sobre las misiones aéreas del Ejército sirio el martes y el nombre de los pilotos de helicópteros del Gobierno. Además, la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) pedía reunirse con generales sirios y líderes del país.
    El borrador no contemplaba sanciones pero amenazaba con medidas coercitivas de forma indirecta. En el debate, que duró dos horas, los
embajadores de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad protagonizaron un fuerte enfrentamiento verbal. El representante ruso, Vladimir Safronkov, consideró una provocación algunos fragmentos del texto y atacó directamente a su homólogo británico, Matthew Rycroft: "¿Acaso ha revisado lo que ha escrito? Este borrador ha sido preparado precipitadamente y sin cuidado". "Hasta que Rusia cambie su comportamiento el Consejo de Seguridad seguirá bloqueado", había dicho antes Rycroft. "Es la triste realidad a la que acostumbró al mundo. Nos ven como una mesa de diplomáticos que no hacen nada, con las manos cruzadas, condenados por la intransigencia rusa".
    La embajadora estadounidense, Nikki Haley, por su parte, advirtió que "si las Naciones Unidas fracasan continuamente en su tarea de actuar juntos, hay momentos en la existencia de los Estados en los que nos vemos obligados a medidas propias".  Haley no fue más específica, por lo que no quedó claro si se refirió a una intervención militar en Siria, por ejemplo contra el presidente Bashar Al Assad.
    El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que sus puntos de vista sobre Siria están cambiando tras el presunto ataque químico.
Trump tampoco indicó qué acción podría tomar, pero llamó al ataque "un insulto a la humanidad del régimen de Assad que no puede ser
tolerado".
    Todas las miradas estaban puestas en la reunión de la ONU. También el presidente francés, François Hollande, había exigido una
investigación de lo ocurrido y sanciones contra Al Assad.  Pero desde temprano se preveía el fracaso de la resolución después de que Rusia, con poder de veto, criticara el borrador y manifestara que continuaba apoyando a Al Assad, según dijo el portavoz del Kremlin,
Dmitri Peskov, citado por la agencia de noticias Interfax.
    Esta mañana, Rusia había desatado un nuevo cruce de acusaciones por el ataque, al ofrecer su versión del mismo: el Ministerio de Defensa ruso aseguró que fue provocado por un bombardeo del Ejército sirio, pero que la sustancia tóxica partió de una fábrica de armas químicas de los rebeldes de la oposición. El Ministerio de Defensa ruso señaló que sus sistemas de vigilancia aérea captaron un ataque de la aviación siria contra un gran almacén de munición y armas de los rebeldes. En ese lugar había también una fábrica de proyectiles que eran cargados con sustancias químicas y enviados desde allí a combatientes en Irak, informó la agencia Tass.
    La oposición negó esa información, que consideró una "mentira", dijo el número dos de la Coalición Nacional Siria, Abd al Hakim Bashar, en
Estambul.
    Entre los fallecidos hay 30 niños y 20 mujeres, según el grupo que monitorea la situación en Siria. El Observatorio aclaró que es
probable que la cifra de muertos siga incrementándose, ya que hay decenas de heridos y desaparecidos.
    También avanzan las pruebas que confirman que se trató de un ataque químico. Los síntomas de las víctimas apuntan al uso de armas
químicas, concluyeron hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF) en sendos
comunicados publicados Ginebra.
    Las víctimas no presentan heridas externas y sufren repentinamente síntomas como problemas de respiración graves, señaló la OMS en un comunicado. De las informaciones de expertos del país se desprende que los civiles fueron expuestos a al menos dos tipos distintos de
gas nervioso, informó por su parte MSF. Se cree que se utilizó una sustancia similar al gas nervioso sarín y cloro.
    Los hospitales de la zona tienen capacidades muy limitadas para tratar a los afectados, alertó la OMS. Mientras tanto, esta mañana
Jan Sheijun, controlada por los rebeldes y ubicada en la provincia de Idlib, volvió a ser bombardeada.
    Por su parte, los participantes de una conferencia internacional sobre Siria en Bruselas prometieron hoy 6000 millones de dólares en
fondos de ayuda para este año, a la vez que discutieron perspectivas para poner fin al conflicto y comenzar la reconstrucción.
    El régimen de Al Assad ha sido acusado en varias ocasiones de utilizar armas químicas durante el conflicto, incluyendo un ataque en
2013 contra Ghouta, cerca de Damasco, con gas sarín, en el que murieron más de 1400 personas.
    En 2014, la OPAQ aseguró que Siria había entregado su arsenal declarado de armas químicas, pero tras el último ataque, la
organización manifestó serias dudas y dijo que la misión "está en proceso de reunirse y analizar la información obtenida de todas las
fuentes disponibles".