Hay un montón de razones numéricas para argumentar que Vélez es el sexto grande o que, al menos, es más que Huracán y que por lo tanto estuvo muy bien que lo pusieran como cabeza de serie en el sorteo del próximo campeonato de la Liga Profesional de Fútbol. En la tabla histórica del fútbol argentino, sumando amateurismo y profesionalismo, Vélez está sexto con 3662 puntos y Huracán está noveno con 3157; en los partidos entre ambos, Vélez le lleva 6 de ventaja (58 a 52, con 41 empates); en la comparación con los cinco grandes, Vélez tiene una desventaja de 142 partidos y Huracán de 197. Vélez tiene más títulos locales (10 contra 5) y tiene además una Copa Libertadores, una Intercontinental y otras tres copas menores (Recopa, Supercopa Sudameriana y Copa Interamericana). Y como si esto fuera poco estuvo menos años en la B. Tiene más socios y aunque no hay precisión de datos, mayores recaudaciones.
Desde esa perspectiva no habría más nada que discutir. Pero hay otras razones, numéricas que dicen otra cosa. En primer lugar si es por títulos internacionales, Estudiantes está por arriba de Vélez y si es por cantidad de hinchas hay varios que lo superan. Pero esa es otra discusión y lo que se pretende dirimir acá es la cuestión de la grieta de velezanos y quemeros.
Desde el fondo de la historia se reconocen en el fútbol de la Capital y Federal y el conurbano bonaerense, tres grandes clásicos: Boca-River, Racing-Independiente y San Lorenzo-Huracán. ¿Quién es el rival histórico de Vélez? Es Ferro -el clásico del Oeste- y no San Lorenzo. Entonces si las cinco primeras cabezas de serie son Boca, River, Racing, Independiente y San Lorenzo, la sexta tiene que ser Huracán. Por esa razón es que el sorteo se convirtió en un mamarracho con los artilugios que tuvieron que hacer para que la bolilla de Huracán no cayera en la de San Lorenzo. ¿Por qué no podía caer ahí? “Para evitar que hubiera un clásico en la primera fase”, explicaron. Y entonces, si se reconoce que Huracán-San Lorenzo es un clásico implícitamente se lo debe aceptar como grande.
Otro datos: en la tabla histórica del amateurismo Huracán sumó 502 puntos (10º posición) contra 336 de Velez (25º lugar), Huracán aportó muchos más jugadores a la selección nacional y aunque es sólo un dato subjetivo, ningún campeón de Vélez alcanzó el brillo del Huracán del 73, uno de los mejores equipos de la historia.
Entre octubre del 2001 y enero del 2002, eñ diario Olé hizo una gigantesca encuesta para determinar esta cuestión del sexto grande. Huracán sumó 79.184 votos contra 29.838 de Vélez, que además quedó por detrás de Chacarita.
En el 2012, el mismo diario lanzó un Registro Nacional de Hinchas mediante el cual los simpatizantes de los 184 clubes que militan en las diferentes categorías del fútbol oficial de Argentina podían registrarse y tuvo una duración de seis semanas (desde el 3 de mayo al 14 de junio de 2012). Se registraron 266.548 hinchas. La cantidad de simpatizantes inscriptos por Huracán fue de 19. 839, contra 4.231 de Vélez.
De cualquier manera los datos parciales del amateurismo tienen un valor relativo, lo que de verdad importa es la percepción general y los aspectos sentimentales y emocionales. Para los hinchas en general, más allá de los relevamientos, Huracán es más que Vélez. Y es injusto que le hayan quitado el lugar como cabeza de serie. Tan injusto como el campeonato del 2009 que el árbitro Gabriel Brazenas le sacó del bolsillo a Huracán y se lo dio a Vélez.