Una adolescente de 16 años falleció este sábado por la noche en la localidad bonaerense de Campana tras recibir un disparo de escopeta en la cabeza. El principal sospechoso es su novio Franco Moreira, de 19 años, quien antes de huir del lugar habría llegado a confesar su responsabilidad frente a un familiar de la víctima aunque asegurando que se trató de un disparo accidental, según indicaron fuentes judiciales. Sin embargo, se investiga si efectivamente la muerte se debió a un accidente o si se trató de un femicidio, y la causa fue caratulada como "Homicidio". Después del hecho, el joven escapó junto a un amigo y todavía son buscados por la policía.
La víctima mortal fue identificada como Keila Moreira, que en la noche del sábado se encontraba reunida junto a su novio y un amigo de la pareja en una casa ubicada en la calle Carreto al 500 del barrio Las Praderas de la localidad de Campana. Según la versión que antes de escapar Franco Moreira habría narrado al familiar de la chica, quien trasladó el relato a los investigadores, los jóvenes comenzaron a manipular una escopeta calibre 12 cargada que finalmente terminó por accionarse de manera accidental. La chica recibió el disparo en la sien y perdió la vida al instante.
A pesar de lo dicho por Franco Moreira, fuentes judiciales señalaron que no se descarta que el disparo haya sido intencional, por lo que investigan si se trató de un femicidio. Cuando los efectivos policiales llegaron a la escena, ya no se encontraban allí ni Franco ni su amigo, único testigo presencial del hecho, ya que habían abandonado la vivienda en un vehículo Renault Clío. Hasta el momento los agentes no han podido dar con los dos jóvenes, quienes incluso ya podrían encontrarse separados.
En el lugar, la Policía Científica recogió las muestras correspondientes y se espera que los peritajes puedan aportar indicios importantes para la reconstrucción de la escena y de los hechos. La causa fue caratulada como "Homicidio" por la fiscal de turno de la Unidad Funcional de Instrucción Número 2, Laura Haydée Basualdo, del Departamento Judicial de Zárate-Campana.
Por su parte, familiares, amigos y allegados de la víctima pidieron este domingo que se esclarezcan los hechos. En sus redes sociales, el Otamendi Futbol Club de Campana, donde la adolescente jugaba al fútbol desde hace algunos años, emitió un comunicado en el que manifestó: "Con muchísimo dolor hoy tenemos que despedirnos de nuestra querida jugadora. A Keila le arrebataron la vida con tan solo 16 años y solo se nos viene a la cabeza preguntarnos por qué. Ni una menos, vivas las queremos, justicia por Keila".