La idea es simple pero contundente: que un artista cante una canción sobre los árboles y luego plante un ejemplar nativo en la vereda de un vecino. El proyecto cultural y social Planta & Canta surgió hace cinco años en la localidad bonaerense de Lanús con el fin de concientizar y educar sobre la importancia del arbolado urbano. “Debido a todo el desequilibrio ecológico y la enorme deforestación estamos perdiendo los pulmones del planeta”, contextualiza el músico Hernán Sforzini, creador del proyecto. “Desde Planta & Canta no podemos salir a salvar el planeta pero podemos empezar a reparar el daño que se hizo acá en nuestro barrio. Lanús tiene una deficiencia de árboles muy grande”, cuenta.
Recientemente el colectivo lanzó en plataformas digitales el disco Bosque De Canciones, que reúne canciones y versiones a cargo de un abanico de artistas de estilos y generaciones diversas: desde Litto Nebbia y Los Cafres hasta Tonolec, Diego Frenkel, Perotá Chingó, Eruca Sativa, Diego Demarco, Nación Ekeko, Sofía Viola y Adrián Berra, entre otros. “Los artistas que convocamos son personas que por su sensibilidad intuí que les iba a interesar el proyecto”, explica Sforzini, quien se ocupó de la producción artística.
El proyecto pone su acento en la creación de contenido audiovisual con fines educativos, que se destinará a escuelas primarias. En el canal de YouTube de Planta & Canta se pueden encontrar videos de los artistas contando sobre su relación con los árboles y tocando una canción alusiva. Frenkel interpreta “Todas las hojas son del viento”, de Pescado Rabioso, y habla sobre su vínculo terapéutico con los árboles; Dolores Aguirre y Julia Ortiz de Perotá Chingó hacen una versión a capela de “Canción del jardinero”, de María Elena Walsh, y cuentan sobre sus árboles favoritos de la infancia. Eruca Sativa, por su parte, se luce con “Quedándote o yéndote”, de Luis Alberto Spinetta.
Nebbia, en tanto, regaló su canción “Soy un árbol” y plantó el primer árbol de su vida el día que grabó la canción. El elegido fue un timbó, cuya madera utilizan los guaraníes para construir… sus balsas. “Los videos los grabamos en el estudio de mi casa de Lanús y desde ahí salimos con los artistas a plantar un árbol nativo a la vereda de los vecinos”, cuenta Sforzini. “También el hecho de involucrar a los artistas tiene que ver con que sirven de ejemplo para los otros, porque tienen sus seguidores y generan efecto contagio. ¡Si te toca el timbre Litto Nebbia, todos te dicen que sí!”, se ríe.
Sforzini reforesta en su ciudad desde hace 19 años y ya lleva plantados 1000 ejemplares nativos: aguaribay, curupí, guarán, palo borracho, fumo bravo y ombú, entre otros. “Empecé a hacerlo porque veía el panorama en el barrio: ocurrían muchas talas y mutilaciones de árboles. Y nadie plantaba”, cuenta el también percusionista. La mitad los plantó en estos cinco años, en el marco de Planta & Canta, con el aporte de artistas y algunos vecinos voluntarios. “Hago un relevamiento previo para saber qué veredas están sin árboles para hacer bien la reforestación y en general después me encargo de regarlos y ver si están bien. Hacemos hincapié en los árboles nativos que son los que atraen la fauna nativa y generan la biodiversidad”, dice.
“En la escuela primaria los talleres de siembra los acompañamos con los videos de música y los chicos se recontra copan”, cuenta Sforzini. “Les explicamos los beneficios y virtudes que tienen los árboles y les enseñamos a plantar. Ellos van a ser los próximos habitantes del barrio, entonces ya de chiquitos hay que enseñarles cómo es la vida de un árbol para que aprendan a valorarlos”, resalta y cuenta que el disco también tendrá una edición física con láminas educativas.
-¿Cuál es el principal problema que se genera por la falta de árboles en el barrio?
-No podés estar bien con vos mismo si no estás bien con tu entorno, estamos todos conectados. Si porque te tapa la luminaria o porque no podés subir el auto sacás un árbol de la vereda, jodés a tus vecinos, al barrio, a tu provincia y a tu país. Después, con tantas talas que se suceden, cuando llueve mucho se inunda todo. ¿Por qué? Porque el árbol sirve como un paraguas amortiguador de la lluvia. Si no hay árboles, el agua sube al toque y se inunda. En cambio, los árboles absorben y evaporan el agua a la atmósfera. No hay conciencia arbórea y necesitamos aprender a respetar al árbol como un ser vivo.
-¿Y por qué te interesó vincular la conciencia por el cuidado de los árboles con la música?
-La música está ligada con la naturaleza, porque es algo que inspira a los artistas. Desde el hecho de que en un árbol se posan pajaritos y cantan hasta el hecho de que con la madera de un árbol se hacen instrumentos. La música tiene un poder de transmisión que no lo tiene ninguna otra cosa; la música atraviesa todo, es lo más elevado que hay. Entonces, me pareció la mejor manera de transmitir un mensaje: poder llegar con la música desde un chiquito hasta un viejo.