Se organizó en la semana con muchísima prudencia, el Gobierno no quería que se movilizara, no quería que cientos de miles de personas se juntaran, no quería dejar de tener una postura coherente en cuanto a las movilizaciones en pandemia: ese había sido su claro mensaje ante las movidas opositoras en la calle. El riesgo de contagios en esas aglomeraciones fue un tema central en la política sanitaria del Gobierno.
Pero algún gesto de apoyo popular debía ocurrir, y así se planificó un acto austero desde el salón Felipe Vallese de la CGT, con todos los grupos y representantes que forman el Frente de Todos. La consigna pasó a ser “un gran acto digital”.
Se planificó una plataforma virtual para su desarrollo y se encargó a Javier Grosman el armado del “virtual mov”; en paralelo funcionarían esquemas más tradicionales de comunicación, transmisión por tv y páginas web creadas ad hoc. 75octubres.ar fue la principal y durante el jueves y el viernes previo al acto se registraron allí más de 8 millones de entradas acumuladas antes de las 12. Al promediar el mediodía del sábado, la plataforma virtual mov comenzó a recibir ciberataques de hackers en paralelo a millones de ingresos de usuarios que empezaban a querer participar del día de festejos. La estética retro de Perón y Evita que fue invitando los días previos daba marco a una landing que decía que no se podía ingresar a la página y de hecho finalmente nunca se pudieron superar esos inconvenientes.
El informe técnico posterior demostró finalmente que lo que ocurrió fue que en el momento inmediato en que Virtualmov fue direccionada hacia 75octubres.ar (hecho que ocurrió a las 13.00) y con comprobaciones de perfecto funcionamiento hasta las 12.59, se produjo un ataque de denegación de servicios (DDos por su sigla en inglés), a través de bots que saturaron los puertos por exceso de conexiones, bombardeando con información continua y que fueron escalando hasta lograr sobrecarga de accesos, y aprovechando la altísima demanda que el sistema tenía en ese momento por ingresos simultáneos.
Una vez que esto ocurrió, los bots continuaron cumpliendo su misión hasta que el evento culminó. El servicio pudo restablecerse luego de eso, a las 18.15, explicó Javier Grosman sobre el tema técnico en cuestión.
El percance no empañó los festejos, miles de autos y camiones llenaron las calles de las principales ciudades de todo el país. A las 16.45, el discurso de Alberto Fernández fue seguido por más de 3 millones de personas por los distintos sistemas, el people meter de Ibope arrojaba 1,8 millones de televidentes frente a las pantallas tradicionales, y en conjunto con las transmisiones en vivo de distintas páginas web se contabilizó a más de 1,3 millones de usuarios digitales que siguieron el discurso presidencial a través de los distintos formatos. Las redes sociales de Alberto Fernández comandaron las visualizaciones y entre Facebook, Instagram y Youtube hubo más de 900 mil. El resto se completó con los distintos accesos de redes que se plantearon desde 75octubres.ar y páginas web de medios tradicionales.
A las 17.05, cuando Alberto culminó su discurso y la marcha peronista retumbaba en el icónico y remozado salón de la CGT como así también en los balcones de muchísimas familias argentinas, el Gobierno se sintió satisfecho. El discurso presidencial plagado de llamados a la unidad de todos los argentinos y argentinas había tenido una altísima repercusión y más allá de las peripecias informáticas pudo ser seguido por millones en todo el país. La tarde noche del sábado 17 de octubre se convirtió en un bálsamo para el Gobierno, todos los sectores del Frente de Todos se fueron del cuarto piso de la CGT con la sensación de una inyección de energía popular, habiendo cuidado el riesgo sanitario de la población.