En el gobierno nacional, el triunfo electoral del Movimiento al Socialismo (MAS) se festejó como si hubiera sido un triunfo propio. Si bien aún no se conoce el recuento final de votos, la amplia diferencia a favor de Luis Arce en los boca de urna llevó a que gran parte de la dirigencia política saliera a celebrar el regreso del MAS al poder como una victoria para toda la democracia latinoamericana. Con fuertes mensajes de apoyo al derrocado ex mandatario de Bolivia, Evo Morales, el presidente Alberto Fernández y su vice, Cristina Fernández, saludaron al candidato vencedor y calificaron el resultado electoral como un "un acto de justicia ante la agresión que sufrió el pueblo boliviano", luego del golpe de Estado.
"La victoria del MAS en Bolivia no solo es una buena noticia para quienes defendemos la democracia en América Latina; es, además, un acto de justicia ante la agresión que sufrió el pueblo boliviano", escribió Alberto Fernández en sus redes sociales, compartiendo a su vez una foto en la que se encuentra junto al candidato vencedor, Luis Arce. Fernández fue uno de los presidentes latinoamericanos que con más fuerza condenó el golpe de Estado llevado a cabo contra Evo Morales en noviembre del año pasado, y nunca reconoció como legítimo el gobierno de facto Jeanine Áñez. En efecto, cuando todavía era presidente electo y aún no había asumido su mandato, Alberto cumplió un rol central a la hora de ayudar a Morales a salir de Bolivia luego del golpe para cuidar su integridad física y la de su familia. Luego, ya con el Frente de Todos en el poder, Evo fue recibido como refugiado político en la Argentina y se radicó en Buenos Aires. "Sufrió un golpe de Estado, destruyeron su casa y lo obligaron a abandonar el país mientras su familia y sus seguidores eran hostigados y perseguidos por el gobierno de facto. Pero el pueblo no olvida a quien no lo traiciona. Así lo demostró ayer. ¡Felicitaciones, Evo!", celebró Alberto Fernández.
La vicepresidenta Cristina Fernández también utilizó Twitter para celebrar el triunfo electoral del ex ministro de Economía de Evo Morales: "Felicitaciones a Lucho Arce y David Choquehuanca que, junto a Evo, construyeron en Bolivia un gran triunfo popular. La Patria Grande feliz", publicó la ex presidenta, quien también compartió una foto en la que se encuentra abrazada y sonriendo junto a Evo, quien, durante una conferencia en el día de ayer, aseguró que el gobierno argentino le había "salvado la vida".
El asilo político a Evo Morales en la Argentina fue también destacado por el canciller Felipe Solá, que resaltó el rol que había cumplido el país frente al golpe de Estado en Bolivia: "La Argentina no reconoció nunca a los golpistas transformados en gobierno de facto. Hace un año, la decisión de los presidentes Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador salvaron la vida de Evo Morales. Recordemos para valorar", tuiteó, a la vez que celebró que el pueblo boliviano hubiera hecho "justicia" al votar a Luis Arce como presidente.
"Y al final siempre volvemos", tuiteó, por otro lado, el senador Mariano Recalde, luego de felicitar al MAS y a "todo el pueblo boliviano por esta enorme victoria democrática". El jefe de Gabinte, Santiago Cafiero, felicitó también a Luis Arce por la "histórica elección" y sostuvo que la misma era "un mensaje esperanzador para nuestra América Latina": "El pueblo boliviano recuperó la democracia, reconoció la lucha de Evo Morales y eligió el camino de la soberanía y la dignidad", declaró Cafiero. En la misma línea, el ministro de Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, celebró que la "victoria en Bolivia" era "un triunfo más de la democracia que queremos y defendemos en nuestra América Latina". En efecto, para el gobierno nacional, el regreso del MAS al poder significa una recomposición del mapa de alianzas latinoamericano, especialmente luego del crecimiento de los gobiernos de derecha en la región, como Jair Bolsonaro en Brasil, Luis Lacalle Pou en Uruguay y Sebastián Piñera en Chile. Además, una vez que Arce asuma en el Palacio Quemado, el país podrá retomar las relaciones bilaterales con Bolivia, congeladas desde que Añez asumió el poder.
La relación de Alberto con Evo y Arce
Alberto Fernández fue uno de los que con más fuerza condenó el golpe de Estado contra Evo Morales y nunca reconoció como legítimo el gobierno de la presidenta de facto Jeanine Áñez. De hecho Fernández, cuando todavía era presidente electo y no había asumido su mandato, tuvo un gran protagonismo en lograr la salida de Morales de Bolivia para cuidar su integridad.
Luego, ya con el Frente de Todos en el poder, Evo fue recibido como refugiado político en la Argentina y se radicó en Buenos Aires. Fernández recibió a Arce en la Casa Rosada en febrero. En ese encuentro el candidato del MAS pidió colaboración a la Argentina para monitorear el proceso electoral.
En tanto, la presidenta de facto Áñez usó su discurso en la ONU para criticar al gobierno argentino y acusarlo de "atentar violentamente contra la democracia boliviana".
"Abrazo al pueblo de Bolivia"
También los organismos de derechos humanos expresaron su beneplácito por el resultado electoral y transmitieron su "abrazo al pueblo de Bolivia ante esta elección a favor de la democracia y por el fin del gobierno de facto. Felicitaciones a Lucho Arce y David Choquehuanca, quienes junto a Evo Morales construyeron un triunfo que celebra la Patria Grande". El comunicado fue firmado por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S. Capital, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, APDH La Matanza, Asociación Buena Memoria, Centro de Estudios Legales y Sociales, Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, Liga Argentina por los Derechos Humanos y Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.