Macarena, la hija de Sandra Cabrera -secretaria general de Ammar, asesinada en 2004- está desesperada: hace diez días que deambula con sus hijes y teme volver a la casa donde convivía con el padre de les niñes, con quien tuvo una pelea el fin de semana, en la que él terminó con una herida cortante y la denunció. La joven de 25 años, que además está embarazada de siete semanas, también denunció a Salvador M. y asegura que ella se defendió de las agresiones. Además, dijo que ya hizo varias denuncias y asegura que no recibe ayuda para salir del círculo de violencia. 

"Al principio no sabía que estaba en este círculo, pero ya no da para más. He llamado a todos lados para que me ayuden, que me den un botón de pánico, rondas de custodia, que le pongan una tobillera", pidió. 

A raíz del incidente del sábado, ayer se presentó en Tribunales y en el Colegiado de Familia N° 3 se emitió el "inmediato cese de conducta hostil y la prohibición de acercamiento" contra el agresor, pero Macarena asegura que tiene miedo de volver a su casa, donde volvió el sábado después de una semana. Entró con sus hijos --porque además allí tiene un kiosco con el que se sustenta-- cuando él no estaba, pero al rato volvió y le dijo que "nadie iba a estar en la casa, que me iba a prender fuego con los chicos adentro". Luego comenzó a agredirla físicamente y la nena de 6 años salió a pedir ayuda. Ella se defendió y lo hirió, por lo que él escapó en moto. Ahora espera una respuesta. "Necesito ponerle un límite a esto. Ya no tiene vuelta atrás".