A casi un año de haber sido secuestrada, agredida y humillada públicamente por opositores a Evo Morales que apoyaban el golpe de Estado, Patricia Arce, alcaldesa del municipio de Vinto en Cochabamba, resultó electa senadora por el partido Movimiento Al Socialismo (MAS).
Arce se hizo conocida internacionalmente el año pasado, luego de que el 6 de noviembre de 2019, durante las violentas protestas registradas en Bolivia por sectores que no reconocieron la victoria de Morales en los comicios del 20 de octubre, fuese secuestrada mientras se encontraba en el edificio municipal.
Un grupo de agresores que ingresó al edificio de la alcaldía sacó a la dirigente para hacerla caminar descalza, entre piedras y vidrios, por más de siete kilómetros. En el camino, la política fue golpeada, rapada y hasta le arrojaron pintura roja en todo su cuerpo. Horas más tarde, la policía intervino, la liberó de la multitud y fue trasladada a un hospital de la zona.
"Habrán podido cortarme el pelo, tal vez golpearme, pero mis ideas siguen intactas", dijo Arce unas semanas después, cuando retomó su cargo.
En abril de este año, durante el gobierno de Facto de Jeanine Áñez, que se instaló tras el golpe de Estado contra Morales, Arce fue detenida, junto a sus cinco hijos, acusados de haber organizado una fiesta y consumir bebidas alcohólicas durante la cuarentena obligatoria por la pandemia del coronavirus.
Tras dar negativo en las pruebas de alcoholemia que le hicieron, denunció que la detención se trató de "persecución política" en su contra.
Este año, Arce decidió lanzarse al cargo de senadora y recibió el respaldo de los votantes en los comicios de este domingo. "Con trabajo, humildad y con el apoyo del pueblo boliviano, recuperamos nuestro país, para todas y todos con unidad y Valentía. Quiero agradecer a las y los hermanos que confiaron en este proyecto que va a recuperar el estado luego de este Golpe de Estado, muchas gracias", manifestó en su cuenta en Twitter.