Luego de un discurso breve y emotivo, el expresidente de Uruguay José "Pepe" Mujica dejó su banca en el Senado en una decisión precipitada por la pandemia de coronavirus. Al tomar la palabra durante la sesión extraordinaria del Parlamento, Mujica dijo que en la vida "hay un tiempo para llegar y un tiempo para irse". A sus 85 años, el mandatario entre 2010 y 2015 aprovechó la ocasión para dedicarle un mensaje a los jóvenes: "Triunfar en la vida no es ganar. Triunfar en la vida es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae".
Con un pasado como militante tupamaro que lo llevó a estar detenido en condiciones infrahumanas durante la dictadura uruguaya (1973-1985), Mujica fue el senador más votado en las últimas elecciones, a las que llegó como candidato del Movimiento de Participación Popular, sector que integra el Frente Amplio. Durante la sesión extraordinaria del martes también renunció a su escaño Julio María Sanguinetti, exmandatario uruguayo durante dos períodos (1985-1990 y 1995-2000) y símbolo del Partido Colorado. Ambos decidieron concluir sus mandatos para cuidar la salud.
La despedida del "animal político"
"Tengo mi buena cantidad de defectos. Soy pasional. Pero en mi jardín hace décadas que no cultivo el odio. Aprendí una dura lección que me puso la vida: el odio termina estupidizando porque nos hace perder objetividad frente a las cosas. El odio es ciego, como el amor, pero el amor es creador y el odio nos destruye", dijo Mujica en su discurso de despedida en el Parlamento uruguayo, tras agradecer las emotivas palabras que le dedicaron varios legisladores de todo el espectro político. El exmandatario abandona la política activa aunque aclaró que continuará asesorando a sus correligionarios ya que "el homo sapiens es un animal político porque es un animal gregario, vive en sociedad, no puede vivir como los pumas en soledad".
"Hay un tiempo para llegar y un tiempo para irse en la vida", sentenció Mujica respecto a su renuncia al escaño de senador, algo que ya había anticipado meses atrás y que ratificó en la jornada de las elecciones departamentales y municipales, celebradas el pasado 27 de noviembre. "Me está echando la pandemia. Ser senador significa hablar con gente y andar para todos lados. El partido no se juega en los despachos y estoy amenazado por todos lados, por doble circunstancia: por vejez y por enfermedad inmunológica crónica", argumentó.
El ya exsenador, cuyo lugar en la Cámara Alta será ocupado por Alejandro Sánchez, también del Frente Amplio, se refirió a la nueva época en la que le toca vivir y descartó que piense en una sucesión, en medio de rumores que señalan al propio Sánchez y a Yamandú Orsi, intendente de Canelones, como sus herederos políticos. "En política no hay sucesión, hay causas. (...) La biología impone cambios, pero también tiene que haber una actitud de dar oportunidad a nuevas generaciones", señaló Mujica antes de cerrar con una de esas frases que se recordarán por mucho tiempo: "Triunfar en la vida no es ganar, es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae".
Fue tan elogiado Mujica durante la sesión extraordinaria que incluso Guillermo Domenech, senador del partido militar Cabildo Abierto, dijo que tiene "grandes coincidencias" con Mujica. "He tenido la fortuna de viajar por muchos países. Uruguay es un gran desconocido en el mundo. A veces se recuerda algún futbolista o algún éxito deportivo, pero yo diría que contemporáneamente se recuerda también a José Mujica", explicó el senador aliado del gobierno de Luis Lacalle Pou.
De guerrillero a presidente
Mujica dio un puntapié a su carrera política al unirse en la década del 60 al guerrillero Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T). Con la llegada de la dictadura cívico-militar al país, Mujica permaneció encerrado en condiciones inhumanas, torturado e incomunicado durante 12 años. Una vez reestablecida la democracia, el MLN-T abandonó las armas y se unió al Frente Amplio en 1989.
La alianza de izquierda llegó al poder en 2005 de la mano de Tabaré Vázquez y, cinco años más tarde, Mujica alcanzó la presidencia. Su imagen comenzó a recorrer el mundo. Los discursos de Mujica en ámbitos internacionales y las leyes aprobadas bajo su gestión (matrimonio igualitario, legalización del aborto y marihuana legal) le dieron visibilidad al país. Fue elegido senador en las elecciones celebradas en octubre de 2019, aunque ya había ocupado una banca en la Cámara Alta entre 2000 y 2005 y de 2015 a 2018. Además fue ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca entre 2005 y 2008.
El abrazo de la experiencia
La sesión extraordinaria del martes también contó con la despedida del expresidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, quien dijo que tenía "otras tareas" previstas para su vida. Sanguinetti expresó que "los partidos políticos son los que encauzan, orientan, vertebran y articulan y eso es fundamental, sobre todo en tiempos de burbujas publicitarias y redes sociales".
Si bien Mujica y Sanguinetti recorrieron veredas opuestas durante toda su trayectoria, este martes los elogios de uno hacia el otro se multiplicaron. "Es un viejo luchador, importante, que representa una parte de la opinión pública de este país", enfatizó Mujica sobre Sanguinetti, mientras que este último subrayó que la despedida conjunta habla de que es "una hora de conciliación, una hora de reafirmación democrática". Ambos se despidieron del Congreso con un abrazo que constituyó el símbolo de un momento histórico para la vida política uruguaya.