Un estudio, publicado en Nature, da cuenta de una inesperada reserva de árboles en áreas que se creían completamente desérticas en el Sahara, en donde se descubrieron alrededor de 1800 millones árboles, un registro que superó ampliamente las expectativas de los científicos.
Son árboles y arbustos de tierras secas distribuidos de forma despareja, hasta ahora no documentados, a diferencia de los bosques que sí concentran la atención de los científicos. Aunque la altura promedio de los árboles sea baja, la densidad es relativamente alta y desafía las narrativas y mitos predominantes sobre la desertificación de las tierras secas.
La región, que atraviesa Argelia, Mauritania, Senegal y Mali, incluye partes del Sahara occidental y también del Sahel, el cinturón de sabana semi árida tropical al sur del desierto.
Según el estudio, que se centró en árboles con un tamaño de copa superior a 3 metros cuadrados, los árboles aislados cubren un área de 1,3 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente 2,5 veces la superficie de Francia.
El hallazgo supone una contribución importante a los recursos locales, a la biodiversidad y al almacenamiento de carbono, además de desempeñar un papel crucial en los ecosistemas y agrosistemas tropicales secos.
El trabajo brinda la posibilidad de realizar un inventario de todos los árboles fuera de los bosques del planeta y evaluar su contribución a la problemática ambiental.
El desarrollo de la investigación
La investigación fue realizada por un grupo de científicos, que incluyó a expertos de la NASA, de Estados Unidos, del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) en Francia y del Centro de Monitoreo Ecológico de Dakar, en Senegal, entre otros. Se llevó a cabo a partir de una gran cantidad de imágenes satelitales de alta resolución que normalmente están reservadas para usos militares o industriales.
Para hallar los árboles se usó un tipo de inteligencia artificial conocido como aprendizaje profundo, un conjunto de algoritmos de aprendizaje que intenta modelar abstracciones de alto nivel usando modelos computacionales que admiten transformaciones no lineales múltiples e interactivas.
Durante la investigación se utilizaron más de 11.000 imágenes, registradas por cuatro satélites de la empresa privada Digital Globe, que pertenecen a la Agencia Nacional de Inteligencia de EE.UU., que depende del Departamento de Defensa de ese país.
El valor del descubrimiento
El director del estudio, Martin Brandt, de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, señaló que este hallazgo no compensa el enorme problema de la deforestación. "Los árboles de las zonas áridas siempre han estado ahí. Conocer su número y ubicación es importante, pero no es equivalente a que crezcan nuevos árboles", explicó.
También aclaró que los árboles en el desierto juegan un papel más pequeño que los de selvas y bosques a la hora de absorber dióxido de carbono de la atmósfera. No obstante, resaltó que en zonas semiáridas y subhúmedas sí "constituyen un sumidero de carbono considerable".
Sin embargo, destacó la importancia de su existencia ya que "fertilizan el suelo, y brindan sombra y refugio a humanos y animales. Generan ingresos y son cruciales para la nutrición".