La policía de Tucumán despliega operativos de búsqueda y rastrillajes para encontrar al principal sospechoso del crimen de Rocío Abigail Riquel, la niña de 9 años que fue encontrada el domingo pasado asesinada en la zona norte de la ciudad de San Miguel de Tucumán, informaron fuentes del área de Seguridad de la provincia.
“La institución policial viene desplegando todos sus recursos a los fines de lograr la captura del sospechoso que cometió este aberrante hecho que tiene conmocionada a la provincia y el país, y que tiene antecedentes tanto judiciales como contravencionales”, indicó el jefe de Policía, Manuel Bernachi.
El comisario señaló que la principal preocupación es "poner al sospechoso a disposición de la Unidad Fiscal en Homicidios 1ra., a cargo del fiscal Ignacio López Bustos, que dé cuenta de sus actos y que la justicia lo juzgue de la mejor forma”.
Se trata de un ex presidiario de 25 años, apodado "Culón", quien salió hace menos de diez días de la cárcel y “cuenta con numerosos antecedentes en el que figuran al menos diez intentos de robos, entre ellos a mano armada y de motocicletas, además de ser adicto a las drogas”, dijo una fuente vinculadas a la pesquisa.
"Los equipos van a ser relevados las veces que sean necesarias y continuaremos de manera intensa y constante” y agregó: “Estamos trabajando en diferentes áreas de la ciudad capital y en otros sectores".
En los operativos participan personal de la División Homicidios, Infantería Oeste y Capital, GEAM, GOMT, Grupo CERO, Delitos Rurales, Patrulla Motorizada 911, Sección Canes y Caballería, usando drones de la policía y del Ministerio Público Fiscal para visualizar el área desde el aire.
Abigaíl, quien vivía en un barrio muy humilde, fue hallada muerta el domingo pasado en un descampado de la zona norte de San Miguel de Tucumán, detrás de unos enormes montículos de tierra que se formaron con la apertura de una calle en el lugar.
De acuerdo a los informes médicos preliminares, la niña murió a raíz de un fuerte golpe en la cabeza y tenía signos de abuso sexual y de intento de asfixia manual, aunque aún resta el resultado final de la autopsia ordenada por la Justicia.
En el marco de la causa, uno de los aportes fundamentales fue la declaración de un testigo que aseguró haber visto al sospechoso cuando caminaba de la mano de la pequeña por el lugar donde finalmente horas más tarde fue encontrado el cadáver.
Según la primera hipótesis que manejan los investigadores, la niña les pidió permiso a sus padres para ir jugar en la casa de una amiguita del barrio, aunque nunca llegó hasta ese lugar. En el camino, sospechan, fue abordada por su asesino, quien la llevó hasta un descampado ubicado en las avenidas Francisco de Aguirre y Las Américas, donde la atacó sexualmente y luego la mató presuntamente para evitar que lo identificara. Los investigadores intentan establecer si la niña conocía al atacante y fue engañada o llevada con algún pretexto hasta un lugar donde no pudieran ser vistos.
La noticia conmocionó y movilizó a todo el barrio, y un grupo de vecinos indignados quemó la vivienda del sospechoso. Al producirse el ataque, en esa casa no había nadie, ya que la madre del buscado también abandonó el barrio cuando se enteró de lo sucedido.
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