El tratamiento con plasma de convalecientes continúa generando posiciones divergentes entre los profesionales de la salud: mientras algunos ponen en duda su eficacia, un reciente estudio del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires reveló que su uso en pacientes con neumonía por coronavirus reduce la mortalidad en un 24,4%.
Según informó la cartera sanitaria, este nuevo ensayo clínico incluyó a 3529 pacientes adultos con diagnóstico de neumonía por covid-19 internados en hospitales de la provincia de Buenos Aires.
"Nuestro estudio sugiere que la administración de plasma de convaleciente en pacientes internados con diagnóstico de neumonía podría asociarse a una disminución de la mortalidad, especialmente en los pacientes moderados con factores de riesgo de mala evolución", explicó Soledad González, investigadora de la Escuela de Gobierno en Salud "Floreal Ferrara”.
Además, la investigadora señaló que del total de pacientes internados, 868 recibieron plasma de convaleciente y aclaró que la severidad inicial de ambos grupos fue similar, con un 21% de pacientes con requerimiento de ventilación mecánica. Y precisó que las comorbilidades más frecuentes para ambos grupos fueron la hipertensión arterial, la diabetes y la enfermedad cardiovascular.
Esta nueva investigación permitió observar que, al analizar la letalidad a los 28 días del ingreso, el uso de plasma de convalecientes se asoció de forma significativa a una reducción de la mortalidad del 24,4%.
Los datos clínicos de los pacientes transfundidos se obtuvieron de cuatro bases de datos provinciales y nacionales: el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud, el Sistema de Gestión de Camas, el Registro Provincial de las Personas y el registro del Instituto de Hemoterapia.
Opiniones divergentes
Hace unas semanas, un estudio realizado por un grupo de investigadores argentinos encabezados por profesionales del Hospital Italiano, denominado PlasmAr, determinó que suministrar plasma de convalecientes no bajaba la mortalidad de pacientes con neumonía con coronavirus.
El ensayo se había realizado sobre 334 pacientes con un estado grave pero que estaban lúcidos y sin respirador automático. El promedio de edad fue de 62 años, con una mayor proporción de varones.